Fiestas Patrias: Recomendaciones para una alimentación saludable

Las Fiestas Patrias son, lamentablemente, sinónimo de excesos. Asados, empanadas, anticuchos, vino, cerveza, chicha y terremotos configuran una oferta irresistible para muchas personas que prefieren olvidarse de la balanza por algunos días, confiando en que bajar de peso será tan fácil y rápido como subir. La preocupación por los “kilos de más” pasa al olvido al menos por estos días feriados, actitud que solo puede calificarse como un tremendo error, según los especialistas.

Tal como advierte Claudia Encina, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de Santo Tomás Viña del Mar, no existen recetas mágicas para perder peso y tampoco es una buena idea querer compensar un sobreconsumo de alimentos y bebidas con una dieta estricta o ayuno en los días posteriores. “Comer mucho el 18 de septiembre, un poco menos el 19 y nada el 20 no sirve”, explica la docente.

“Sobrecargar la ingesta un día y disminuirla al siguiente no es saludable. Nosotros diariamente necesitamos un aporte que debe estar regulado a través de una alimentación equilibrada, lo que significa que se deben recibir distintos nutrientes”, señala, agregando que “lo recomendable es que uno consuma todo tipo de alimentos, pero no en grandes cantidades que sobrecarguen el sistema gástrico, porque aparte del gran aporte de nutrientes y calorías, también se pueden producir enfermedades gástricas. Entonces, esta estrategia de comer mucho un día y poco al siguiente te va a llevar a pasarlo mal”.

¿Cuánto puede llegar a subir de peso una persona durante Fiestas Patrias? La respuesta no es muy alentadora: entre uno y dos kilos durante el venidero fin de semana largo. “Va a depender del aporte calórico que sume la ingesta del día, pero hay evidencias que dicen que mientras más largo sea el feriado, mayor va a ser el consumo de calorías y carbohidratos y eso obviamente te va a hacer subir entre uno y dos kilos en estos tres días de fiesta”, sentencia Encina.

El problema es que subir de peso en tres días no implica que se pueda bajar en un lapso similar. La directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de Santo Tomás Viña del Mar aclara que “un kilo de peso se puede bajar después de una semana y media a dos semanas, pero hay que hacerlo de manera saludable, no con dietas restrictivas ni ayunos, sino con ingestas moderadas, con disminución de aportes de carbohidratos complejos y lípidos. Eso debería hacerse de la mano de un profesional que ayude a elegir los alimentos para la persona, para que así puede lograr esta meta nutricional que es bajar en dos semanas a lo menos un kilo o un kilo y medio”.

La profesional advierte que optar por dietas rigurosas podría no surtir ningún efecto y que, por el contrario, podría tener consecuencias negativas. “Acá no hay dietas ni recetas mágicas, porque nuestro organismo tiende a compensar, tiene un efecto de memoria. Al restringir alimentos y optar por dietas hipocalóricas, restrictivas, o por el ayuno, obvio que se va a bajar de peso, pero lo primero que se perderá será principalmente agua y proteínas, siendo que disminuir las reservas proteicas no es nada saludable. Luego de eso recién comenzaría la pérdida de grasa”, explica.

“Hay métodos para poder bajar los kilos de más, pero tiene que ser con una ingesta calculada para el individuo de acuerdo a su actividad física, edad, género, etcétera, para poder distribuirla de la forma más saludable posible. No es llegar y hacer una dieta porque el efecto rebote siempre está presente”, resume la nutricionista.

¿Qué hacer frente a esta realidad? Claudia Encina sabe que la respuesta no es muy popular: comer y tomar con moderación. “Se puede comer todo tipo de carnes, no hay un corte más saludable que otro porque las carnes magras no son muy indicadas para la parrilla, así que sería inútil recomendarlas. Quizás evitar la carne de cerdo, pero no hay problemas con carnes de vacuno o de pollo a la parrilla. Hay que intentar no consumir frituras, preferir las ensaladas con menos aporte calórico, las bebidas gaseosas light o las copas de vino. Y en postres, siempre es mejor optar por las frutas frescas”, aconseja.