Desde hace años, si no décadas, el problema de la basura ha sido más que un dolor de cabeza para Valparaíso. Tanto para autoridades como para los mismos habitantes, las escenas que constantemente se han repetido a lo largo de los años, parecen ser algo ya casi cotidiano.

Sin embargo, algunos esfuerzos han dado resultados en la ciudad. El retiro domiciliario ha mejorado y la ciudad dispone de nuevas hidrolavadoras que más pronto que tarde deberían empezar a dar resultados visibles. Pero pareciera ser que no basta con los camiones municipales que salen a la calle.

Desde el lado ciudadano, agrupaciones como Acción Basura han logrado darle visibilidad a la problemática, haciendo acciones que son sencillas y contundentes, pero las que siempre necesitan un apoyo que vaya más allá de la voluntad de los ciudadanos.

En ese sentido, falta ver un compromiso real, metiéndose la mano al bolsillo de verdad, para que la empresa privada muestre signos de querer ayudar. No se ve, por ejemplo, a la Cámara de Comercio haciendo acciones en conjunto con sus asociados para proyectos de reciclaje, educación ciudadana, etc. O las grandes empresas del puerto haciendo acciones más allá de comprar un par de cubos para reciclar. Acciones concretas, no maquillaje pasajero.

Lo que hizo el Parque Cultural Valparaíso, con su campaña Amamos Valparaíso, es algo concreto que debe de seguir haciéndose. Pero en un mayor grado, más plata para invertir, más gráfica, más canciones, etc. Que pase a otro nivel de alcance. 

Porque lo que está fallando es la educación cívica. Las fotos en el Facebook del Departamente de Aseo del Municipio son elocuentes. Y muy preocupantes. La tarea no puede decaer, necesitamos el compromiso de todos. 

Si el porteño no aporta a esta causa, todo lo que se haga será en vano.