Ganadores, perdedores y heridos dejó foro de EPV en Bienal de Arquitectura

21 Abril 2015

Ante una masiva audiencia, la Empresa Portuaria de Valparaíso expuso sobre el Terminal 2 en la Bienal de Arquitectura. Acá un resumen de lo que fue la jornada y las polémicas que surgieron.

Oscar Aspillaga P. >
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Las más de 400 personas que repletaron el auditorio principal del Parque Cultural Vaparaíso este lunes a las 16 hrs, en el marco de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo, podrán decir que la jornada fue tensa. Que incluso hubo momentos donde todo parecía que se iba a salir de control. Sin embargo, esas sensaciones revelan algo que es aún más preocupante: la falta de diálogo que existe en Valparaíso. Sobre todo cuando se trata de proyectos tan importantes como el Terminal 2 del Puerto Valparaíso. 

La invitación era a escuchar al gerente general de la Empresa Portuaria de Valparaíso, Gonzalo Davagnino, quien con una presentación de cerca de una hora expuso lo que era el puerto, lo que es y lo que se quiere que sea, siempre centrándose en la importancia que representa para el comercio exterior de Chile y el ejemplo para los demás puertos del mundo que vienen a copiar el modelo de Valparaíso. Pero también hizo un mea culpa por la forma en que en los últimos años se ha relacionado la ciudad con su puerto y viceversa.

El gerente de EPV hizo ver la importancia que tiene para la ciudad la construcción del Terminal 2 no sólo por la capacidad de carga que aumentará, si no que también por que habrá más espacio para la llegada de cruceros, algo que calificó de vital importancia para la ciudad. A su vez, a pesar que aseguró que no le gusta el nombre, confirmó el proyecto de puerto a gran escala para el sector de Yolanda y una expansión del puerto también hacia Playa San Mateo. También calificó como importante el reiniciar obras del ahora llamado Centro Urbano Puerto Barón. Todo esto, según señaló, en un marco de interacción con la ciudadanía basado en el respeto, generando vínculos, participación y lo que calificó como "paz social". 

Finalizada su presentación, se dio paso a las preguntas del público

El primero en hacer uso de su palabra fue el arquitecto Daniel Morales, quien increpó a Davagnino porque no se le ha preguntado a la ciudad por la ubicación del T2, agregando que hay alternativas para un mejor emplazamiento. También, y ante la negativa del curador de la bienal, Fernando Marín, para que Morales mostrara cuatro imágenes en la presentación, este lo amenazó con denunciarlo al tribunal de ética del Colegio de Arquitectos. Finalmente, y ante los gritos contra Morales de personas de la UNCO, el arquitecto mostró su alternativa al T2. 

Como los gritos seguían, el presidente del Colegio de Arquitectos, Sebastián Gray, tomó el micrófono para calmar los ánimos, señalando que la Bienal no es un encuentro de participación ciudadana y que no entendía que el foro se convirtiera en una contienda. Respecto al concurso de anteproyecto que EPV realiza para soterrar el paso de camiones en Muelle Prat, Gray precisó que el Colegio de Arquitectos se excusó de patrocinar el concurso porque sus premisas no han sido discutidas con ciudadanía. También recalcó que el gerente de EPV omite responsabilidad con el futuro urbanístico de ciudad y que sus nombres serán sindicados como responsables en 20 años. "Es imposible que EPV rehuse su responsabilidad", afirmó ante los aplausos del público. 

Davagnino tuvo su momento de respuesta, asegurando que Morales cometía imprecisiones, como que es falso que se sacaron a los pescadores de la caleta Sudamericana. Por razones de seguridad, luego de disposiciones internacionales tras el atentado a las torres gemelas, ellos ya no podían continuar ahí y que hubo relocalizaciones y compensaciones económicas. Respecto al retiro del dique, también argumentado por Morales, el gerente de EPV dijo que se está buscando un lugar para que el dique no se vaya de la bahía. Sobre el conflicto de cargas limpias, Davagnino le dijo a Morales que no hablara tonteras y tuviera cuidado con lo que aseveraba. 

Luego de otra pregunta del público, respecto a la seguridad del Muelle Prat y si este se va a cerrar luego de la expansión del Terminal 1 y 2, Davagnino declaró que hay que tener cuidado con lo que se diga del Muelle Prat, momento en que Carlos Lemus, representante de los lancheros del Muelle Prat, increpó al que hizo la pregunta señalando que el muelle no cerraría. Davagnino afirmó esta posición señalando que no se cerrará el Muelle Prat, contrario a lo que algunos proyectos alternativos al T2 proponen. Gonzalo Undurraga, autor de este proyecto, y a viva voz, señaló que Davagnino mentía, que su alternativa no proponía eso y que no iba aceptar que se jugara con su nombre.

La discusión continuó, cuando el alcalde de la ciudad, Jorge Castro se paró de la primera fila y tomó el micrófono entre pifias.

Alcalde levanta la voz

"Gracias por las pifias", fue lo primero que dijo el alcalde. Luego, dirigiéndose a Sebastián Gray, señaló que "acá no están los principales culpables. El responsable es el Estado de Chile, acá debería estar la Presidenta y el presidente del directorio de EPV, Raúl Urzúa".

Según el alcalde, en este foro "chocaron los trenes" y luego comenzó a hacer una cuenta de algunos ejemplos que denotan el centralismo que padece Chile y que se demuestra en Valparaíso y en las demás ciudades que cobijan puertos, donde sus directores son todos de Santiago. "La Presidenta determina los directorios de las empresas puerto que hace 17 años funcionan con autonomía en las ciudades, pero no tiene la posibilidad de darle participación a los alcaldes, a los concejos comunales y a la comunidad”.

El alcalde prosiguió con que la ciudad no tiene ninguna posibilidad de acceder al borde costero, "ni tenemos voz ni voto sobre el negocio portuario, porque las concesiones de las que estamos hablando, todo el mundo opina, pero nadie opina sobre las externalidades de la actividad portuaria, porque si hoy nos deja cada vez menos puestos de trabajo, lo que tenemos que hacer que todo lo que provoque como externalidad sea atendido por el propio puerto que es el negocio más próspero de la ciudad”, agregó.

Según Castro, "la concesión la lleva el Estado de Chile, la lleva la empresa local. El negocio lo hace el oferente y el Estado y es eso lo que tiene que empezar a cambiar. Nosotros somos los dueños del puerto, cada una de las comunidades somos dueños del puerto y del destino del puerto y tienen que tomarnos en cuenta no solo con derecho a voz y voto, sino con una parte de los recursos que queden en la comuna para dotar a los ciudadanos que dirijo de puestos de trabajo, infraestructura que les permita gozar de espacios públicos, iluminación y áreas de seguridad pública y eso no ocurre, porque el Gobierno que le toca dirigir es el que manda los directorios a todo Chile”.

"El puerto no genera nada a la ciudad, no le creo a Davagnino la RSE (Responsabilidad Social Empresarial). Morgado (asistente al foro y sentado detrás del alcalde) deja más patente que el puerto". A su vez, hizo una defensa del Mall Barón porque este sí dejará puestos de trabajo en la ciudad.

Su intervención terminó con aplausos del público. 

Comentarios

Imagen de Eduardo Rojas

El debate en la Bienal es el

El debate en la Bienal es el reflejo de la dañina polarización de la discusión sobre lo que se hace en la ciudad. Claramente los actores involucrados no comparten una visión sobre el futuro de la ciudad. Respecto al futuro del frente costero, las ciudades puerto que han sido exitosas en resolver los conflictos ciudad-actividad portuaria han tenido esa visión. Creo que esto permitiría encontrar un acuerdo sobre hasta donde es conveniente ampliar el puerto y sobre el destino del reto de los terrenos públicos que usa el puerto. Es muy posible que esos tenrrenos tengan usos mixtos con más rentabilidad social que un centro comercial (además cabre preguntarse ¿por que una empresa portuaria pública se dedica al negocio inmobiliario?) Las decisiones sobre el uso futuro los terrenos del puerto (que perdurarán posiblemente muchos años) son de responsabilidad de todos los porteños y para eso tienen que ponerse de acuerdo.