HidroAysén y su desesperada campaña al sur de la Región

HidroAysén y su desesperada campaña al sur de la Región

09 Julio 2013

Los pocos funcionarios que quedan de la transnacional en Aysén, se han visto en la obligación de salir a terreno y realizar en pleno invierno aysenino, visitando casa por casa, con el claro objetivo aprovechándose de la bondad de los pobladores.

Andrés Gillmore... >
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La semana pasada HidroAysén inició la campaña más desesperada del cual se tenga noticia en la región de Aysén para lograr sus objetivos. Realizando una extenuante puerta a puerta en las localidades de Cochrane, Caleta Tortel, Villa O’Higgins; municipios que se verán intervenidos y muy afectados por el proyecto de la transnacional, que pretende represar los ríos Baker y Pascua y construir en ellos cinco represas de muros de contención con sus respectivos embalses, destruyendo la realidad del territorio tal cual como lo conocemos hoy.

Los pocos funcionarios que quedan de la transnacional en Aysén, se han visto en la obligación de salir a terreno y realizar este extenuante trabajo en pleno invierno aysenino, visitando casa por casa, con el claro objetivo de entrar en la misma intimidad de las personas con su discurso, aprovechándose de la bondad de los pobladores y explicar en un escenario más directo y de forma totalmente “ideológica” a su favor, las intenciones del proyecto y luego usar esa información mediáticamente para lograr sus objetivos.

María Irene Soto el gerente de comunicaciones de la transnacional en Aysén y encargada de llevar a cabo la estrategia en las comunidades, no ha dudado en difundir fotos de las visitas a través de su cuenta personal en Twitter, redactando leyendas en 140 caracteres, “afirmando que los pobladores que aparecen en las fotos”, apoyan el proyecto y que ahora HidroAysén cuenta con las comunidades para construir el proyecto.

Sin duda esa forma de trabajar no es aceptable y bajo ningún punto de vista puede considerarse ético o profesional eses tipo de proceder, que una transnacional extranjera actué de esa forma en el territorio nacional, aunque use a chilenos para ello. Eso se llama intervencionismo y abuso de poder, en pobladores que no están al tanto de los detalles del proyecto y de estas maquinaciones, que reciben a funcionarios de HidroAysén sin ninguna malicia, solo con la intención de agradar en muchos de los casos.

Muchos pobladores han manifestado su sorpresa al ser informados que sus fotos compartiendo en sus casas con funcionarios de HidroAysén, son utilizadas en los medios sociales para justificar a la transnacional. Muchos de estos pobladores solo aceptaron a estos funcionarios en sus casas por mera educación, o simplemente para pasar el rato en una tarde aburrida de invierno.

Debería de existir una regulación afectiva dentro de la ley medio ambiental y debería ser tema de los tribunales ambientales, que predijese este tipo de formatos que lo prohibiese tajantemente, con serias sanciones para quien ejecute estas faltas a la ética. Lo que lo hace aun más redundante este mal proceder, es que en ningún caso HidroAysén habla con la verdad, ya que han afirmado los encuestadores a estos pobladores, que en caso de concretarse el proyecto, las comunidades tendrían energía barata para uso domiciliario, lo que es una tremenda falta a la verdad. La transnacional jamás ha hablado de esa posibilidad y no esta respaldado en ningún documento oficial.

Tampoco tienen la decencia de exponer las consecuencias reales para la proyección de vida de estas comunidades, que básicamente se proyectan bajo el sustento de la calidad ambiental y escénica para desarrollar sus actividades. No hablan de cómo la transnacional pretende paliar las consecuencias negativas del proyecto y cual será el modus operandi con las comunidades para que puedan sobrevivir. No solo al momento de construirse las represas, que durara un plazo no menor a 20 años si todo va bien y nada dicen de como después al entrar en operación las cinco represas se mantendrá la armonía social en el territorio.

Todas las comunidades del sur de Aysén muy especialmente las visitadas por la transnacional este fin de semana pasado, se han proyectado en los últimos 15 años en el turismo de intereses especiales. El proyecto destruye inevitablemente esa visión de desarrollo. Si fuese construido y llevado a cabo con un estudio de impacto ambiental tan deficiente y tan poco profesional como con el que fue aprobado el proyecto, destruiría inevitablemente todo el sur de Aysén por la intervención práctica del proyecto y la región como un todo al instalar torres para el transporte de la energía, perdiendose el sello verde que sustentan la actividad del turismo en Aysén.

La región no puede transformarse en una Freirina más, en una Pascua Lama, o en una Isla Riesco; aun estamos a tiempo de hacer las cosas bien, de no permitir que HidroAysén se lleve adelante tan mal emplazado y tan mal proyectado. Hoy menos que nunca con la conciencia que hemos adquirido sobre los temas ambientales en los últimos años, no podemos darnos el lujo a sabiendas de estos temas, seria imperdonable.

En Aysén la gran mayoría de los pobladores y no hablo de Patagonia Sin Represas, si no de habitantes normales que desarrollan sus actividades como cualquier chileno más, queremos fundamentalmente que las cosas se hagan bien y tener la posibilidad cierta de poder proyectarse sustentablemente como región, que los proyectos cuenten con estándares de calidad que permitan un desarrollo eficaz y sustentable, en una región que merece respeto y consideración. 

Por Andrés Gillmore Secretario y vocero corporación Costa Carrera/ www.costacarrera.cl