Hueveo, carrete y burlas: “El duro” paro de los camioneros de Chile

01 Septiembre 2020

Este es el conflicto inventado entre el gobierno y este gremio, que desde años lleva creando montajes, excusas y problemas para conveniencia propia de sus bolsillos y beneficios, sin importarles nunca la atención del pueblo. 

Pablo Rebolledo >
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La Ley N 21.208 lo que busca es "tipificar acciones que atenten contra la libertad de circulación de las personas en la vía pública a través de medios violentos e intimidatorios, y fija las penas aplicables al saqueo en las circunstancias que indica".

Esta es la ley que se publicó para sancionar el inofensivo “el que baila pasa”. Esta misma, por obviedades del asunto y por la descripción que contiene, debería ser aplicada de igual manera en nuestro país, sea cual sea la manifestación. Bueno, esto tomando en cuenta si tienes un camión- o en el caso, una empresa de camiones- y si tu protesta exige que la agenda represiva de Chile Vamos se apruebe.

Lo ilógico sobrepasa en este país, basta con ver como el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, logra maratónicamente cambiar su disfraz de autoridad a panelista en los matinales. O también como el rating de una familia farandulera al peo, como la de los Argandoña, tiene más pantalla que la formalización de Claudio Crespo, el Carabinero que le quitó la vista a Gustavo Gática durante las marchas en octubre del año pasado. Pero hasta en estas contradicciones dignas de un libro de chistes malos, siempre se puede superar la barra.

De un lado llegan carros lanza aguas a derribar ollas comunes para la comunidad, como si fuese el crimen más mortífero de la historia, cuando a los camioneros los escoltan, les dan el pase para romper el toque de queda, y en la ebriedad de poder, permiten que estos corten los suministros para el país entero. Esto teniendo asados en donde celebran y se embriagan como quieren, mientras el resto termina agotándose de la falta de recursos.

Guanacos furiosos persiguen a ciclistas organizados en el regreso a Plaza de la Dignidad, como si fuese de verdad una prioridad y un peligro a la sociedad, también familiares siguen perdiendo a sus seres queridos por el COVID-19, mientras en las carreteras cortadas, los pobrecitos camioneros paran un vehículo que llevaba tumbas, las sacan y comienzan a burlarse metiéndose dentro de ellas como si nada estuviese pasando. También hacen alusión al “que baila pasa” molestando a las manifestaciones sociales, y además amenazando violentamente a los camioneros que no se han querido adherir a esta absurda protesta.

“Los camioneros no somos delincuentes, son los otros”, ya basta de esas palabras recicladas a su conveniencia, que con un desapego de la realidad quieren ver a los más pobres y necesitados quedarse sin nada del otro lado de la carretera. Mientras el gobierno de Sebastián Piñera ve como legitima su exigencia, que es la más represiva, manifestantes siguen siendo detenidos arbitrariamente a dos meses del plebiscito de octubre. Y es hasta insólito, que todo es literal una burla para desviar el real problema, el cual es la militarización de la Araucanía y la huelga de hambre de los presos políticos mapuche y no mapuche.

Ahora, en esta madrugada azotada por un temblor de 6,8 en las regiones de Atacama, Antofagasta y Coquimbo, pareciese que la réplica más fuerte fue la imagen de dos trabajadoras sexuales complaciendo y bailando para estos “enfurecidos” trabajadores, que a esas horas carretean sin filtros. ¿Quién financia esto? ¿Por qué Carabineros no hace nada? ¿O los militares? ¿Por qué al que tiene camión se le prioriza la libertad de romper toque de queda, y al que quiere protestar en Plaza Dignidad se le detiene y reprime?

Pedirles de vuelta al gobierno que les aplique la ley anti terrorismo es pedirles que los repriman de la misma manera que a los manifestantes. No hay que perder la cordura, esta ley debería ser abolida por lo anti democrática que ha sido desde su promulgación, pero tampoco hay que hacernos los ciegos. Los camioneros de Chile son el ejemplo exacto de todo lo que está mal en este país, disfrazado de esfuerzo y patriotismo que ya no pueden ser tolerados.

Este es el conflicto inventado entre el gobierno y este gremio, que desde años lleva creando montajes, excusas y problemas para conveniencia propia de sus bolsillos y beneficios, sin importarles nunca la atención del pueblo. Son simplemente los malcriados de un sistema que solo les sirve a las empresas y a nadie más, en donde nuevamente vemos estos fantasmas de la dictadura tratando de espantarnos, pero que a medida que avance esto, terminarán cavando su propia tumba.

Foto: Huawei / Agencia Uno