Juntas de Vecinos acusan a Mil Tambores de distorsionar la realidad y evadir su responsabilidad

Se acerca el Carnaval Mil Tambores y hay una total incertidumbre acerca de su realización. Desde el Ministerio de las Culturas negaron aportes directos y el Parque Cultural de Valparaíso no podrá ceder sus espacios ya que estos se encuentran ocupados, polémica situación que acusa al director del Mil Tambores, Santiago Aguilar, de haber agredido a un funcionario del parque.

Las Juntas de Vecinos que se agrupan en la Zona Roja de Valparaíso (23 Cerro Bellavista, 73 Cerro Alegre, 68 Cerro Yungay, 69 Pob. Cochrane Cerro San Juan de Dios, 28 Cerro Concepción, 74 Cerro Miraflores), difundieron una declaración pública donde rechazan la realización del carnaval.

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Según señalan, "la Corporación Mil Tambores entrega una versión del evento que distorsiona totalmente la realidad, e insiste en no reconocer los daños que su convocatoria hace a la ciudad, evadiendo su responsabilidad y endosándosela a las autoridades y a los vecinos, quienes pagan los altos costos de su plan de negocios montado en el gasto de todos y en beneficio económico de sus organizadores". Agregan que el carnaval debe existir pero sin la administración de la Corporación Mil Tambores y también rechazan el que señalan como un "agresivo acoso hacia la directora de Cultura de la Municipalidad de Valparaíso" por parte de Santiago Aguilar. 

La declaración también agrega que las declaraciones en la prensa del presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos (UNCO), "no representan a ninguna de las seis juntas de vecinos afectadas, las que en su conjunto defienden a mas de 12 mil residentes, y que a ninguno de sus representantes se les consultó sobre la evaluación negativa con respecto al carnaval, evidenciando un desconocimiento total en materias de seguridad pública y realidad territorial" y que el mayor porcentaje de los recursos que se entregan a la Corporación son para el pago de sus propios honorarios.

"Respecto al informe sobre el Carnaval Mil Tambores solicitado por los concejales al Departamento de Cultura de la Municipalidad de Valparaíso y expuesto en la 17ª sesión ordinaria del Concejo Municipal de este año, valoramos la revelación de las evidentes irregularidades cometidas por la Corporación Mil Tambores y rechazamos el escandaloso lucro con el espacio público facilitado para las ferias controladas por la organización cuyas utilidades eran depositadas directamente en la cuenta personal de los organizadores", agregan las juntas de vecinos.

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Como Juntas de Vecinos hemos sido afectadas durante años por los efectos del Carnaval organizado por la Corporación Mil Tambores, y unidas hemos hecho visible la curva de descomposición y daños que los organizadores han provocado en una fiesta que en sus inicios contaba con la participación de todos. Respecto a los últimos acontecimientos publicados en los medios de comunicación respecto a Mil Tambores y en relación a la distorsión sobre el uso del espacio público, la promoción de la violencia en sus distintos niveles de parte de sus organizadores y el traspaso de los límites del respeto hacia los habitantes de Valparaíso declaramos que:

1.     La Corporación Mil Tambores entrega una versión del evento que distorsiona totalmente la realidad, e insiste en no reconocer los daños que su convocatoria hace a la ciudad, evadiendo su responsabilidad y endosándosela a las autoridades y a los vecinos, quienes pagan los altos costos de su plan de negocios montado en el gasto de todos y en beneficio económico de sus organizadores

2.     Tenemos el convencimiento de que el Carnaval debe existir, y puede existir, pero sin la administración de la Corporación Mil Tambores.

3.     Respecto a las recientes declaraciones en la prensa del presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos (UNCO), declaramos que éstas no representan a ninguna de las seis juntas de vecinos afectadas, las que en su conjunto defienden a mas de 12 mil residentes, y que a ninguno de sus representantes se les consultó sobre la evaluación negativa con respecto al carnaval, evidenciando un desconocimiento total en materias de seguridad pública y realidad territorial.

4.     Como representantes territoriales de una parte importante de la ciudad, creemos de manera absoluta que los recursos entregados cada año a la actividad deben ir a las comparsas, quienes son los verdaderos protagonistas de esta fiesta, y no a la Corporación Mil Tambores que destina el mayor porcentaje de esos recursos al pago de sus propios honorarios.

5.     Queremos aclarar que el alojamiento de las comparsas se hace de forma gratuita en las escuelas de la Cormuval y que en ningún caso lo financia la organización, como mañosamente se quiere hacer creer a la opinión pública.

6.     Respecto al informe sobre el Carnaval Mil Tambores solicitado por los concejales al Departamento de Cultura de la Municipalidad de Valparaíso y expuesto en la 17ª sesión ordinaria del Concejo Municipal de este año, valoramos la revelación de las evidentes irregularidades cometidas por la Corporación Mil Tambores y rechazamos el escandaloso lucro con el espacio público facilitado para las ferias controladas por la organización cuyas utilidades eran depositadas directamente en la cuenta personal de los organizadores.

7.     Rechazamos con indignación la agresión por parte del director del Carnaval hacia a un funcionario del Parque Cultural, y también su agresivo acoso hacia la directora de Cultura de la Municipalidad de Valparaíso, tácticas de presión y hostilidad habituales de los organizadores que se proyectan y manifiestan en los niveles insostenibles de violencia e incivilidades durante las noches del carnaval.

Creemos firmemente que la cultura que nos representa está en las diferentes  agrupaciones culturales que hay en los cerros de nuestro puerto con sus comparsas, escuelas de teatro, circo, zamba, cueca, diabladas, etc. , quienes sí necesitan del apoyo estatal y es una injusticia que sus expresiones se vean estigmatizadas al ser convocadas en eventos vinculados a la violencia irresponsable y a los turbios modelos de negocios de organizadores que instrumentalizan sus manifestaciones artísticas para sus propio beneficio económico. Es a las comparsas a quienes deberían destinarse los recursos, no a quienes lucran con ellas. Sí al Carnaval, No a la Corporación Mil tambores.