El paro de los trabajadores públicos puso de presente lo importante que es para las ciudades y sus vecinas y vecinos la recolección domiciliaria y disposición municipal de la basura. En el caso de Valparaíso el problema de la basura no ha necesitado del paro en referencia para convertirse en el primer problema de sus habitantes y visitantes. Como ya se ha dicho, en las encuestas de opinión preelectorales estos pusieron ese asunto como el primer problema de la ciudad, mientras que en las otras ciudades fue la seguridad ciudadana la primera preocupación, por las razones que ya sabemos. Pues, pese a la disminución consistente de la victimización y las denuncias por los hechos delictivos, el temor de la población a la delincuencia aumenta gracias a la instalación del miedo y el populismo penal que el duopolio o el partido del orden y los medios de comunicación han venido instalando entre la población.

Cualquier habitante  o visitante de la ciudad puerto puede constatar que la situación de aseo de la ciudad es, a no dudarlo, la más deplorable del país. El estado de emporcamiento de calles y veredas, impregnadas de restos de alimentos y basuras, con fecas y orines de perros y a veces humanas, paredes y murallas  “mamaracheadas” con murales, grafitis y tags, emborronadas al infinito y embrolladas hasta quedarse la ciudad puerto sin perfil ni límites, a lo que se debe agregar las pilas bolsas de basuras en cualquier recodo, pasaje, escalera, plaza, plazoleta o paseo, sitio eriazo o entorno a las papeleras de las principales avenidas y calles comerciales, todas ellas a la espera de ser recogidas por los camiones municipales en algún momento indeterminado e imprevisible para los vecinos, comerciantes o emprendedores que ni pueden guardar “los residuos sólidos” en sus hogares o establecimientos, ni hacer la guardia hasta que el camión municipal llegue. Entretanto perros y recicladores de basura se encargarán  de poner a la luz del día  los contenidos de las negras bolsas con las trazas íntimas de la vida porteña.

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Lo claro en el problema de la recogida y disposición de la basura es que este es un asunto de camiones, veamos. El Concejo Municipal de Valparaíso, el pasado 9 de noviembre, presidido por su ahora ya ex alcalde Jorge Castro, por recomendación unánime de su Comisión de Finanzas, acordó renegociar la deuda con el proveedor Total Transport S.A. por los servicios de provisión de equipos, arriendo, mantención y repuestos para la Municipalidad de Valparaíso.

Los equipos fueron principalmente 52 camiones recolectores, además de otros camiones, camionetas y autómoviles, impagos desde mayo de 2015 a agosto de 2016 -15 meses-, por un monto total de $4.945.697.510, para dimensionar este valor en términos de camiones recolectores de basura. Con ese monto se podrían haber comprado 263 camiones, de igual marca y características que los 52 contratados por 15 meses.

Esta negociación de deuda con Total Transport S.A., cuyos contratos de origen se pierden en la gestión del alcalde Aldo Cornejo, no fue informada al Concejo para su estudio y deliberación, simplemente se le presentó para votar favorablemente o en contra, ante esta insólita situación la Concejal Paula Quintana manifestó que ella iba a: “….enviar todos estos antecedentes a la Contraloría  que es lo que voy a hacer, porque creo que aquí se está incurriendo en actos tremendamente por una parte ilegales e inmorales, reñidos con la moral, y creo que realmente ya basta, no es posible, y más aún ahora cuando se está terminando la gestión del Concejo Municipal".

Ante la inminente votación mayoritaria a favor de la negociación en referencia la Concejal Quintana agregó: “…aquí primó un interés mezquino de mantener conductas durante tantos años que han sido reñidas con la moral y bajo cuerda porque nadie puede certificar cómo se originó esta deuda, cómo estuvo de acuerdo Total Transport, es una práctica que viene no solamente desde su gestión alcalde, viene de la gestión del Alcalde Pinto, que es quién hizo primero este contrato, por lo que espero realmente que la nueva gestión municipal se destapen todas las ollas que hay que destapar de corrupción en esta municipalidad y creo que ésta es una de las muestras”.  

Por su parte, ante esta denuncia el Concejal Marcelo Barraza Vivar reaccionó duramente así; “…. yo las palabras de mi colega, dama, mujer que ha dicho yo no se las voy a aguantar, aquí usted habla de inmoralidad y usted, usted es la menos que tiene que hablar de inmoralidad, yo le pido por favor que tenga altura de miras con respecto a lo que usted está diciendo. Como ex ministra, como dama, como mujer, usted nos debe respeto a todos, y si usted tiene un pensamiento personal por favor no lo traiga aquí a la mesa del Concejo Municipal”. … “Yo nunca he reaccionado de esta manera pero ya está bueno de sus cosas personales. Si usted tiene con alguien algo personal aclare con la persona que corresponde y no meta a otros personajes entre medio, eso que está ahí no se hace, no se hace, me va a disculpar pero usted está transformando esta discusión en un tema personal suyo. Si usted está dolida por algo no es mi intención tampoco responderle con falta de respeto”.  

Resulta notablemente esclarecedor que la denuncia de la concejal Quintana de un procedimiento inaceptable para la aprobación de un gasto público, municipal, sea considerado por uno de los concejales incumbentes en esa aprobación como un asunto personal en su contra.

Los expertos legales y políticos le han recomendado a la Concejal Quintana denunciar este grave procedimiento de aprobación de contratos ante el Ministerio Público. En todo caso la nueva administración municipal de Jorge Sharp ya tiene otra deuda que salda o recusar. A no dudarlo el Municipio de Valparaíso necesita de muchos camiones para sacar toda la basura que lo inunda.