La emergencia humana de los Bomberos de Chile

Por Felipe Zumarán

Este 30 de junio Bomberos de Chile cumple 169 años de existencia. 169 años marcados por eventos catastróficos en que los “Caballeros del Fuego” han estado presentes forjando su historia institucional con valentía, sacrificio, pero también con penas y amarguras invisibles a los ojos del resto de la población cuando la emergencia es tan compleja que no les permite cumplir con su juramento de “Salvar Vidas y Bienes”. 

La cuna del servicio de Bomberos podemos encontrarla muy arraigada en la historia de Valparaíso. Luego de una seguidilla de graves incendios que afectaron a la ciudad puerto, se llega a la conclusión que era necesaria una organización que los pudiera combatir, es por ello, que durante junio de 1851 se crean cuatro compañías (dos de “Bomba de Agua”, una de “Escalas, Hachas y Ganchos” y una de "Guardianes de la Propiedad"); para el 30 de ese mismo mes, se establece la "Asociación Contra Incendios de Valparaíso", considerado como el 1er Cuerpo de Bomberos de la República de Chile, y para algunos, el primer servicio contra incendios de Latinoamérica.

Ya en pleno siglo XX, la idea de crear el “Día Nacional del Bombero en Chile”, nació del profesor don Héctor Matamala San Martín, quien hizo notar la injusticia que significaba el hecho de no tener considerado en el calendario escolar una fecha destinada a rendir homenaje a los bomberos voluntarios, permitiendo también hacer conciencia del verdadero y legítimo valor de servir a Chile y sus habitantes de forma voluntaria. 

Fue así como en el año 1959 solicitó al Ministro de Educación Pública, don Francisco Cereceda Cisternas, que se incluyera en el Calendario Anual de Trabajo de las Escuelas Primarias el “Día del Bombero Voluntario”, sugiriendo como fecha apropiada el 30 de junio por coincidir ese día con la fundación del Cuerpo de Bomberos en Valparaíso. Sin embargo, recién en 1962, cuando el país aún se recuperaba del shock producido por los terremotos de Concepción y Valdivia dos años atrás y donde Bomberos nuevamente hizo gala de su compromiso con la comunidad, se promulga la Ley Nº 14.886 en que se instituye el 30 de junio como el “Día del Bombero” a nivel nacional. 

Sin duda alguna en estos 169 años de vida institucional, el servicio bomberil ha experimentado grandes cambios operacionales permitiendo la atención de múltiples emergencias que no necesariamente están relacionadas con el fuego: Rescate Urbano (vital en escenarios de terremotos), Rescate Vehicular, Búsqueda y Rescate Subacuático o atención de incidentes con Materiales Peligrosos, son algunas de las especialidades que abrazan los más de 40 mil hombres y mujeres repartidos en 313 Cuerpos de Bomberos a nivel nacional. Así mismo, el aumento de la oferta educativa ha permito que sus filas estén conformadas por miles de profesionales que ponen a disposición su conocimiento en pro del servicio, pero también un pensamiento crítico constructivo que en algunos casos genera choques con las generaciones más antiguas, o de la “vieja escuela” como se le dice en jerga bomberil, que se resisten al cambio en la metodología de trabajo en emergencias o la organización institucional.  

El Estadillo Social de 2019 representó una prueba más para Bomberos de Chile, no sólo por las múltiples emergencias atendidas en casi todas las ciudades de nuestro país, sino porque expuso que dentro de la institución más respetaba por los chilenos también existe desigualdad; ejemplo de ello fueron los cientos de bomberos de civil que se manifestaban en las calles portando algún accesorio personal que los identificaba como tal; muchos a rostro cubierto, puesto que arriesgaban una expulsión o persecuciones internas, tal como una verdadera cacería de brujas, por el mero hecho de exigir mayores recursos y dignidad.

Durante las conmemoraciones del “Día Internacional de la Mujer” cientos de voluntarias se manifestaron contra el acoso sexual, el machismo normalizado y persecuciones de las que han sido víctimas. Organizaciones como la ONG “A través del Fuego”, que busca apoyar a bomberas y bomberos en situación de abuso, ha permitido que la ciudanía conozca y se dé cuenta que bajo la imagen inmaculada de “Héroes Anónimos” también se esconden manzanas podridas que carcomen el verdadero honor, sentido del deber y compromiso con la ciudanía que abraza la mayoría de los voluntarios.

La “Emergencia Humana” que viene afectando por décadas a Bomberos de Chile, debe ser atendida con prontitud y de forma transversal, de lo contario, el eslogan de “Profesionales de la Emergencia” no es más que un título de marketing incompleto; no basta con voluntades políticas comprometiendo más recursos, la ciudadanía también debe ser parte dichas demandas, puesto que Bomberos de Chile cumple un rol crítico en la protección civil de nuestro país.  

Para conocer más sobre la desigualdad que afecta a bomberos ver La romantización de la precariedad bomberil

Hoy, cuando el país se encuentra batallando contra una de las peores pandemias de la historia moderna, miles de bomberos siguen prestando servicio, con una carga de trabajo inimaginable, puesto que las dotaciones por compañías se han visto drásticamente disminuidas ya que muchos de sus integrantes se han marginado del servicio optando por cuarentenas voluntarias en sus casas o por que trabajan en el sector salud, por lo que el personal que sigue operativo (en sistema de turnos en el mejor de los casos) convive con el estrés que significa el riesgo de contaminación biológica a los que se ven expuestos en cada emergencia y un agotamiento emocional que si no es debidamente abordado, puede acarrear graves problemas de salud mental en el mediano y largo plazo. Al momento de escribir la presente columna, Bomberos de Chile registraba 12 fallecidos, 310 contagiados, 304 en cuarentena y 164 recuperados por Covid-19. 

Este 30 de junio, serán cientos los elogios dirigidos a los Caballeros del Fuego, aplausos y felicitaciones virtuales para aquellos ciudadanos héroes anónimos (que también deben pagar cuentas, AFP, Salud, etc.), no obstante, el mejor reconocimiento que podemos hacer como sociedad es apoyar de forma sostenida sus demandas por mayor financiamiento y dignidad, interiorizarnos de las realidades fuera de las grandes ciudades donde es evidente la precariedad, ser fiscalizadores del gasto operacional y denunciar a los malos elementos que corrompen dicha institución, de esta manera sabremos hacer honor al grito popular de Octubre: “Bombero, Amigo, el pueblo está contigo”.