La terrible historia de un parricidio

La terrible historia de un parricidio

11 Mayo 2016

“Lloré cuando le pegué…era consciente de que estaba matando a mi madre”.

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Esta es la terrible historia de cómo Egor Sosin de 19 años, estudiante de la escuela internacional de Negocios de Londres e hijo de un multimillonario oligarca ruso, asesinó a su madre, Anastasia Novikova-Sosina, de 44 años en un lujoso hotel 5 estrellas en la ciudad de Kazan.

El joven ha relatado a las autoridades el brutal acontecimiento:

“La ahorqué con el cable del cargador por una media hora. Satisfecho por su muerte, me senté sobre ella y  comencé a darle puñetazos con toda mi fuerza. La golpeé en la cara. No fueron menos de 20 golpes y fueron fuertes…Lloré cuando le pegué y también era consciente de que con mis acciones estaba matando a mi madre. Mordí su cuello en el lado derecho y sentí la sangre en mi boca. Vi como la sangre corría por la cara de mi madre con los golpes”, habría confesado el joven a la policía.

El personal del hotel alertó a la policía cuando se encontraron con Egor caminando por los pasillos en ropa interior y con manchas de sangre. El administrador del hotel ha comentado al respecto algo mucho peor que el propio asesinato:

“Le dijo a la policía que la mujer era su madre. De acuerdo a su relato, ella trató de persuadirlo para tener sexo y le dio algunas píldoras. Sosin dijo que se negó a tener sexo y que luego había intentado sacar al demonio del cuerpo de su madre”.

Sin embargo, todo apunta a que el joven habría sufrido un episodio grave de esquizofrenia paranoica, por lo que no sería condenado a la cárcel, ya que al momento de cometer el delito no habría estado consciente de lo que hacía.

Aún se siguen llevando a cabo investigaciones respecto al caso. Lo más probable es que el asesinato de su madre lo haya cometido sin ser muy consiente sobretodo tras su confesión, en donde habría declarado que las píldoras que le dio su madre, le habrían provocado alucinaciones durante largas horas, incluso después del ataque.