La confusión mediática que ha generado el histórico fallo dictado en Holanda ayer, deja en nebulosa una serie de salvedades que deberá tomar el Estado de Chile para la aplicación del mismo.  Sin bien se confirma el"Hito  1"de la tesis chilena como el límite territorial, las 120 millas de pérdida soberana son prácticamente un triunfo para las aspiraciones marítimas peruanas. 

No obstante, se deben tomar ciertas consideraciones antes de aplicar gradualmente los términos con que se configurará la nueva linea divisoria, ya que son distintos los actores que comienzan a influir en este acto del melodramático litigio. Es en este punto donde se abren los custionamientos, tanto para políticos como para grupos económicos, a la controversial Ley de Pesca, abriendo una herida que muchos creían cerrada. 

El tema que incomoda a Piñera: Ley de Pesca

El fallo de La Haya es resolutivo e inapelable, y está dentro de los 9 mecanismos que tiene la ONU para la resolución de conflictos entre naciones. No obstante, el tema en Chile está lejos de resolverse, gatillándose con la perdida de 120 millas, un conflicto que se vio dormido y al que hoy, la clase política prefiere no referirse: el conflicto pesquero. 

En el año 2012, Pablo Longueira encabezó la repartición del mar en términos de explotación de recursos. La reacción de los pesqueros ariqueños fue inmediata. Lo que para unos era un fallo "más favorable de lo que se esperaba", para ellos fue una completa derrota, y las banderas negras fueron las primeras señales de esto. 

"Estamos esperando las explicaciones del Gobierno", se le escuchaba decir a pescadores, alegando en televisión abierta, con una evidente confusión sobre lo sucedido. Y bueno, no es casualidad el cuestionamiento y agitación de los trabajadores; es más, para muchos políticos estas reacciones fueron cosecha de un trabajado "pseudo-nacionalismo" fabricado durante los últimos meses.

En definitiva, la opinión pública y los trabajadores fueron confundidos en un verdadero Show de la Soberanía, el cual solo aparta la vista a la verdadera madre del cordero: Corpesca y los Angelini. 

Ojo con los distractores 

En tanto, la incertidumbre con la que actualmente están los pescadores ariqueños no se ha calmado con las palabras de Piñera, quedando atentos a lo que parece ser el catalizador de un próximo conflicto social.

Será trabajo de pescadores artesanales y la ciudadanía acordar una justa repartición de territorio marítimo entre industriales y artesanales, teniendo mucho cuidado en mantenerse al margen de la agitación, más unidos que nunca de cara a los nuevos límites y siempre atentos a los distractores creados por los grupos de poder.