“Cambio de rumbo educativo, sin prisa pero sin pausa” fue la charla que brindó el profesor en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile y Presidente de la Fundación Educación 2020, Mario Waissbluth, en el Hotel O’Higgins de Ciudad Jardín en el marco de la III Jornada para Docentes de Primer año de la Universidad Viña del Mar (UVM).

¿Cuáles son los primeros desafíos que deberá afrontar el gobierno de Michelle Bachelet para mejorar la calidad de la educación chilena?

(...) Yo diría que entre las cosas que hay que materializar en el primer año, por decirlo así, en educación escolar y preescolar, la primera es generar una carrera docente decente. Que le dé al tiro señales a los chicos que están saliendo de media, de que los mejores sí pueden encontrar una carrera decente en la profesión de educador de párvulo o profesor. La urgencia de eso es porque mientras más nos demoremos, más se demorará en arreglarse el asunto.

Lo segundo son los directores de escuela públicas y privadas. Son 11 mil. Profesores son 200 mil. Es más fácil, rápido y expedito mejorar 11 mil directores que 200 mil profesores, por números solamente (...). Y por supuesto, destinando los mejores de los mejores a las escuelas más vulnerables. Con eso arreglas no sólo la calidad promedio, sino también la equidad de los resultados.

Lo tercero sería realizar una intervención urgente del 30% o 40% de municipios que está dejando la crema. Porque hay que rescatar la educación pública, si bien al final hay que intervenirla toda y desmunicipalizarla, hay cerca de 150 municipios que están activamente hundiendo la educación pública. Demoliéndola. Y eso hay que cortarlo. Para eso hay que crear una agencia de educación pública, porque nadie se preocupa en el Estado de intervenir esos municipios.

Lo cuarto, hay que ampliar la cobertura preescolar, con muy buenas parvularias. Hay que arreglar los liceos técnicos, esa es una operación de emergencia, porque es una vergüenza lo que tenemos en Chile y ahí va la mitad de los alumnos de media del país (...).

Usted dijo que algo importante en el periodo de Bachelet iba a ser la continuidad del ministro, considerando que hay un promedio de 1.2 años de duración en ese cargo. ¿Qué le parece la designación de Eyzaguirre?

Ahí voy a aplicar la política estándar de 2020 frente a tu pregunta. Nuestra opinión es que no opinamos sobre ministros de Educación, opinamos sobre lo que hagan, así que cuando ya llevemos tres meses voy a opinar, y no sobre el ministro, sino sobre lo que ha hecho el ministro. Así que no hay respuesta. Tal como no he opinado de los cinco anteriores ministros que nos han tocado.

¿Qué le parecen los esfuerzos que ha hecho la UVM por mejorar el tema de la inclusión siendo una institución privada?

El tema de la universidad, sea pública o privada, no le quita el deber moral de hacer las cosas bien y muchas universidades no lo han hecho bien. Ahora en particular en la UVM, dada la situación de las universidades menos selectivas, donde no están los mejores puntajes, están recibiendo chicos que claramente vienen de un estrato socioeconómico más bajo y que claramente vienen con deficiencias académicas. Entonces, está bien... si hay que cobrarles, habrá que cobrarles, si hay que darles becas, hay que dárselas, pero el deber moral - no reglamentario - es nivelar a todos los chiquillos que lo necesiten. Cueste lo que cueste. Ese es el primer deber cualquier universidad (...).

¿Qué va a pasar con el tema de la gratuidad, pensando un poco en la promesa de campaña de Bachelet?

Mira, ahí ha habido un fenómeno bien curioso o dicotomía del lenguaje. Si tú lees el programa de Michelle Bachelet, no ofrece gratuidad total, sino después de los seis años y en ciertas condiciones, o sea es una gratuidad con harta letra chica, con la cual yo podría estar de acuerdo. En cambio, la campaña se basó en eslogan de educación superior gratuita para todos y la gente se compró eso, generándose expectativas que van más allá de lo que su programa de gobierno plantea y ahora capaz que se la cobren.

Hace menos de una semana, escribí una columna en El Mercurio, sobre gratuidad en la educación superior y dije que no estoy de acuerdo con que sea para todos en el Chile de hoy. Yo soy social demócrata y creo en el modelo alemán o en el danés, en que los chiquillos tienen gratuidad desde la sala cuna hasta el doctorado. Lo creo. Pero para eso tendrías que estar cobrando una carga tributaria mucho mayor en frecuencia y hay cosas mucho más urgentes. Por lo tanto, ahora, hoy, never.