Masiva presencia de perros en las calles dispara el riesgo de contraer una serie de graves enfermedades

14 Agosto 2013

Infectólogo de la UV advierte que si bien la rabia, por su letalidad, causa mayor pánico en la población, es el menos común de los severos males e infecciones que se pueden contraer debido al escaso control de la población canina.

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El tema de la presencia masiva de perros vagos en las calles ha cobrado particular interés en los últimos días, luego de que un joven de Quilpué contrajera el mortal virus de la rabia, tras ser mordido por un perro callejero mientras circulaba por la plaza de esa ciudad, en lo que representa el primer caso de ese tipo en Chile en más de 40 años.

En nuestro país, cada año, se registran más de 50 mil ataques de perros a seres humanos. Y de acuerdo a estimaciones realizadas por el Ministerio de Salud, el costo en que el Estado debe incurrir para curar y prevenir enfermedades derivadas de mordeduras y/o el contacto habitual con los canes, supera el millón de dólares.

Dado que muchos de esos episodios no son informados,  el riesgo para la población aumenta, ya que los perros callejeros —al no estar vacunados ni recibir cuidados adecuados— son potenciales portadores de una docena de severos males e infecciones.

Alta población canina

En el territorio nacional hay en la actualidad unos cinco millones 600 mil perros. Vale decir, uno por cada tres habitantes. Y su número va en aumento.

De ellos, el 52 por ciento es doméstico (vive al interior de un hogar con su dueño); un 25 por ciento tiene dueño pero suele deambular libremente por la vía pública, y el resto, el 23 por ciento, son perros que habitualmente viven en las calles, en estado de semiabandono o derechamente como vagos.

En la Región de Valparaíso, el número de canes bordea los 600 mil. Unos 110 mil se concentrarían en la comuna de Valparaíso, la mitad de los cuales circula en el plan y los cerros (20 mil de ellos en total abandono). Y de acuerdo a estimaciones no oficiales, en Valparaíso los ataques de perros a personas superan los mil en un año.

Enfermedades

La mayoría de los perros callejeros son portadores de bacterias, parásitos y otros agentes zoonóticos causantes de una serie de males relativamente corrientes, como infecciones, sarna, tiña, brucelosis y erlichiosis, entre otros, que los canes transmiten a la gente a través de mordeduras o del contacto habitual.

Este tipo de enfermedades son comunes y se diagnostican cientos de casos al año, en los distintos centros de atención médica existentes a lo largo del país.

En opinión del doctor Rodrigo Cruz, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso e infectólogo del hospital Carlos van Buren,  la masiva presencia de perros en calles y plazas ha dejado de ser un tema anecdótico, para transformarse en un grave problema de salud pública.

“No me cabe duda que la prevalencia de estas enfermedades —que no son las más graves— aumentará con el tiempo, ya que las autoridades se resisten a implementar políticas adecuadas de control de la población canina y, principalmente, porque las personas continúan practicando la tenencia irresponsable de mascotas. Vacunar y esterilizar a los perros no resuelve el problema, si ello no forma parte de planes permanentes y del actuar responsable de la gente”, argumentó el especialista. 

Las más letales

Según estimaciones derivadas de estudios focalizados realizados en sectores de la Región Metropolitana, que sirven de proyección a nivel nacional, apenas el 21 por ciento de los perros en Chile se encuentra con sus vacunas al día, incluidas las de la rabia y el tétano, las cuales pueden infectar al ser humano.

Este tema es particularmente grave, ya que la rabia y el tétano tienen una mortalidad cercana al cien por ciento, si el afectado no recibe la profilaxis completa y oportuna tras haber sido mordido.

“En el caso de la primera, existen bajas posibilidades de contraerla, ya que los protocolos para controlar el virus han sido efectivos hasta ahora. De hecho, el último caso de rabia transmitida a un humano por un perro en nuestro país fue en 1972. Ahora bien, de acuerdo a cifras del Instituto de Salud Pública, entre 1996 y 2005 se registraron 634 casos confirmados de rabia en Chile, de los cuales 630 correspondieron a murciélagos y sólo dos casos involucraron a perros y otros dos a gatos”, afirmó el doctor Rodrigo Cruz.

Por lo anterior, el especialista llamó a la calma a la población, ya que a su juicio no se está frente a una potencial epidemia de rabia.

Sin ir más lejos, apenas el 20 por ciento de las mordeduras son propiciadas por perros vagos o desconocidos, ya que en su mayor parte, entre un 30 y un 40 por ciento, los ataques los cometen los perros en su propio hogar, y otro tanto, perros callejeros pero conocidos.

“Por eso, lo ocurrido en Quilpué debe ser asumido como una alerta, con el fin de que tanto las personas como las autoridades tomen medidas adecuadas y se empiece a controlar a la población canina en las calles. También se deben revisar y ajustar los protocolos en los centros de salud, sobre cómo actuar en caso de ataques o mordeduras”, enfatizó el médico.