[OPINION] Contaminación en Quintero - Puchuncaví: Adecuándose a los nuevos paradigmas ambientales

25 Septiembre 2018

Así como en los años 60, el Estado debe volver a estar presente, ahora para transformar todo tipo de residuos en materia prima del futuro.

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Por Eduardo Pastén

La instalación de Chilectra en 1958 y la posterior puesta en marcha de la Fundición de ENAMI Ventanas en 1964, en la zona de Puchuncaví y Quintero, fue una decisión centralista, con total apoyo estatal, (Estado presente), eran los tiempos en donde el progreso estaba graficado en logos con una chimenea funcionado (contaminando) a toda su capacidad. Cabe señalar también, que en esos años no existía necesidad de generar estudios de impacto ambiental.

En el nombre del progreso y la prosperidad que traerían a la zona de Puchuncaví y Quintero, se instalan inicialmente estas empresas aportando una importante fuente laboral y de desarrollo para el sector, aumentando la población debido al surgimiento de sectores habitacionales, que se levantan paralelo al funcionamiento de las mismas.

La creación y crecimiento de ese parque industrial desde sus inicios generó rechazo, primero en los agricultores, que vieron sus cultivos afectados por la contaminación de ese entonces y posteriormente otros actores locales denunciaron el camino sin retorno que ya les habían impuesto centralmente. Esta imposición también contribuye a la mirada ajena, externa, carente de empatía que tienen las autoridades en general y de cada una de estas empresas, gerentes, miembros de directorios, autoridades regulatorias, etc., respecto de estos “episodios” y hacia los habitantes de Puchuncaví y Quintero, debido a que ninguno de ellos viven en el sector, lo más probable es que habiten en el sector oriente de Santiago y por lo tanto, no respiren ese aire.

Lo preocupante de esta elite, carente de empatía, es que no le está dando el ancho de banda para ver lo errado del enfoque de desarrollo que tenemos, este gobierno y los anteriores también. Entender que ya no vivimos en la era de los hidrocarburos, sino que estamos pasando a los tiempos de las energías limpias.

El discurso ecológico serio no es de agitadores, estas posturas no se oponen al desarrollo económico, no es romanticismo ni discursos antiproductivos, más bien es un cambio de mentalidad de lo económico con el medio ambiente el cual se ve extremadamente favorecido por el actual desarrollo de la ciencia y la tecnología. Con todo esto, las empresas de la zona de sacrificio dicen cumplir con las normas primarias de emisiones “individuales”. ¿Qué pasa con las normas secundarias que es la sumatoria de las emisiones individuales? Nada se sabe al respecto. ¿Cómo no se van a sentir violentados los habitantes de estas dos comunas costeras? Esto explica, entre otras cosas el 38% de votantes en la última elección, el 62% restante entendió que su situación nunca cambiará, porque la participación es un espejismo y el Estado brilla por su ausencia.

Con toda seguridad se va a detectar quien o quienes emitieron los gases contaminantes y tendrán sanciones con multas irrisorias para los niveles de ganancias que obtienen por ejercicio de las empresas, las que comunicacionalmente invertirán en superar este episodio y seguirán cumpliendo las normas medio ambientales, normas que están hechas con standares, para que estas sean legales y los “episodios críticos” nunca pasen a ser crónicos.

¿Es posible que convivan empresas y comunidad? Sí, sino consulten a países que integran la OCDE, grupo selecto de países al cual pertenecemos, en donde alrededor de estas empresas se levantan sólidos barrios ecológicos, han construido vasos comunicantes entre ellas para levantar inventarios de residuos, lo que en alguna parte de la cadena se neutraliza y se contiene todo lo que podría contaminar o bajar a la mínima expresión.

Se deben hacer las inversiones necesarias para actualizar maquinaria o tecnología que es del siglo pasado, se debe planificar el desarrollo en conjunto con la comunidad, esto no se resuelve sólo con crecimiento económico in extremis, en donde la rentabilidad para la empresa es ahora, así sólo se construye economía, no se edifica sociedad.

Hoy como nunca en la historia de la humanidad está toda la capacidad para reconvertir la economía en economía limpia, circular, ya lo demostró el ex ministro Pacheco en energía. El cambio de paradigma en este tema ya lo hicieron los países OCDE. Así como en los años 60, el Estado debe volver a estar presente, ahora para transformar todo tipo de residuos en materia prima del futuro.