Hugo Inostroza T.

Director Regional Valparaíso

Fundación Superación de la Pobreza

A propósito del valor del kilo de paltas, ¿sabían que la región de Valparaíso produce el 67% de las 200 mil toneladas de paltas que se generan en promedio anualmente en el país? Asimismo, la palta es la especie que cuenta con mayor cantidad de hectáreas plantadas. Los principales mercados de exportación son EE.UU. y Holanda, subiendo de manera importante en el último tiempo la demanda de los mercados de la Unión Europea.Para la región representa uno de los principales productos exportados por empresas domiciliadas aquí.

Por contraparte, es sabido que este fruto tropical, especialmente su variedad Hass, necesita una importante cantidad de agua, característica de su medio ambiente natural. Precisamente para quienes conocemos la provincia de la Ligua, Aconcagua y Quillota hemos visto como este cultivo tiene una importante presencia en el territorio, especialmente en la cabecera norte. Justamente donde se ubican las comunas más afectadas por una escasez hídrica crónica que se manifiesta con periodos más agudos y otros con menor grado de intensidad, con condiciones climáticas puntuales.

Nos hemos acostumbrado a la escena del abastecimiento del vital elemento a través de camiones aljibes como la estrategia, ya no para superar episodios de emergencia, sino para enfrentar este problema permanente y crónico que afecta a miles de familias de la región, quienes viven un desastre invisible que solo logra visibilidad en los episodios más críticos y cuando aquello afecta la producción agrícola.

Llevamos muchos años con esta situación como telón de fondo, la cual hemos ido naturalizando e invisibilizando los efectos devastadores que ha tenido en grandes territorios, comunidades, familias y personas, que han visto transformados no solo sus entornos, sino que sus economías de subsistencia y su cultura.

Existen múltiples argumentos que justifican que el problema de la escasez hídrica sea una tarea primordial de encarar por parte de Estado, empresa privada y sociedad civil; y no solo en sus expresiones que hoy vulneran los derechos de miles de familias. Es fundamental el generar acuerdos que permitan abordar esta problemática en sus distintas dimensiones, niveles y actores que se ven involucrados y afectados y que efectivamente podamos hacernos cargo de la situación de fondo y a largo plazo, y no solamente aliviar en la emergencia.

La región necesita con urgencia un plan maestro por el agua, un horizonte y un camino que permita mostrar que realmente estamos adaptándonos como sociedad a una situación climática distinta que nos exige nuevos patrones de producción, de consumo, de conductas que implican considerar este escenario que cada vez se viene manifestando de manera más aguda.

No ayudemos a crear más pobreza y vulnerabilidad, contribuyamos a tomar las decisiones que puedan hacerse cargo de las vulneraciones actuales, pero también junto con ello impulsemos acuerdos para construir escenarios que aporten al desarrollo sustentable. Es una forma estratégica de prepararnos hoy para lo que viene en el futuro.

Pensemos bien y reflexionemos: cuál es el costo que como sociedad estamos dispuestos a pagar por el kilo de paltas.