[OPINION] ¿Error de cálculo o desvío de fondos?

07 Septiembre 2016

Si bien es cierto que violar las leyes de la República se ha transformado en costumbre, en particular de los servicios del Estado y comunales, lo que llama la atención es el costo que se le asigna a la construcción del nuevo VTP por los ejecutivos de la estatal EPV y Agunsa.

Jorge Bustos >
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Medios de comunicación serios y otros no tanto han dado a conocer el costo que tendrá la construcción del nuevo Valparaíso Terminal de Pasajeros (VTP). Las cifras entregadas hablan de 7 a 8 millones de dólares, dinero gastado por Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) como parte de un subsidio por haber hecho mal el negocio del Mall Barón, subsidio prohibido explícitamente por la Ley de Modernización Portuaria 19.542 que en su artículo 20 reza lo siguiente: “Las empresas, en caso alguno, podrán obtener créditos, subsidios, fianzas o garantías del Estado o de cualquiera de sus organismos, entidades o empresas, sino en los casos en que ello fuere posible para el sector privado y en iguales condiciones. Asimismo, las empresas no podrán otorgar subsidios o subvenciones de ninguna naturaleza a las inversiones de terceros en los puertos y terminales de su competencia”.

Si bien es cierto que violar las leyes de la República se ha transformado en costumbre, en particular de los servicios del Estado y comunales,  lo que llama la atención es el costo que se le asigna a la construcción del nuevo VTP por los ejecutivos de la estatal EPV y Agunsa. A modo de ejemplo, el nuevo edificio consistorial de la Municipalidad de Villa Alemana, que tendrá más de  8 mil metros cuadrados, cuesta según el glosario del gobierno regional $ 5.279 millones,  y un galpón que no supera los 5 mil metros cuadrados cuesta $ 5.400 millones, según el cambio del dólar al día de hoy.

Cuesta entender las diferencias de costo de quienes administran VTP (Agunsa) y los directores de la Estatal EPV. Según datos del mercado, un metro cuadrado construido en un edificio “top”, es decir, de las más alta calidad, no debe superar los 505.000 pesos (19 UF), y si eso se multiplica por los metros a construir en el terminal de pasajeros nuevo, el costo no debiese superar los $3.000  millones y no $5.400, como dice Agunsa o el costo que nos da la estatal EPV.

Tenemos una diferencia de a lo menos $2.400 millones, según los precios del mercado.

No es necesario ser un gran calculista para asegurar que se están malgastando esos recursos que podrían servir para, entre otras cosas, una nueva UCI para el hospital de la ciudad  o para financiar la construcción de un consultorio en el Cerro Las Cañas.

Creo que tanto los directivos de la estatal EPV como los ejecutivos de Agunsa nos debieran aclarar cómo es que esta construcción es tan cara porque, como estamos en tiempo de elecciones, cualquier malpensado podría decir que se están desviando fondos para alguna campaña. Y en una de esas, nadie se ha enterado que las vigas del galpón son de titanio y la mezcla del piso se hizo con arena traída del desierto del Sahara.