[OPINION] La EPV paso a paso

[OPINION] La EPV paso a paso

11 Septiembre 2017

El plan de desarrollo de EPV no es responsable y lo único que tiene a corto plazo es la destrucción de nuestro patrimonio para siempre.

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Por Pacto Urbano La Matriz

Con respecto a la columna de opinión del Gerente de Asuntos Corporativos de EPV, Cristián Calvetti, titulado “Puerto, Patrimonio y Futuro” nos gustaría decir:

1.- Con respecto al Estudio de Impacto Patrimonial de Isaza. EPV  “olvida” mencionar lo más importante: que el T2 tendrá un “alto impacto, permanente, irreversible y no mitigable sobre el sitio UNESCO”. O sea, más claro y contundente, imposible. A cambio, EPV menciona que dicho informe dice que Puerto Barón no comprometerá la condición de patrimonio del Sitio UNESCO, lo que no es cierto, puesto que hay que recordar que Isaza hizo 3 informes al respecto, todos válidos. Cuando el  experto estudió el impacto de ambos proyectos  juntos (Mall Barón y T2) llegó a la conclusión que el daño sería “alto, permanente e irreversible y no mitigable” y cuando los estudió por separados, (a petición de la  DIBAM) mantuvo lo mismo con respecto al T2 y dejó como impacto leve el Mall Barón. Pero EPV quiere hacer ambos proyectos por lo tanto se debe privilegiar el estudio donde ambos proyectos actúan juntos sobre el sito UNESCO donde el daño es, repetimos, “alto, permanente, irreversible y no mitigable”.

2.- Luego EPV nos dice que el T2 es un proyecto que la UNESCO conocía al momento de la declaratoria. Esto es falso. UNESCO sabía que esa era un área de expansión portuaria pero no conocía el diseño específico del T2 que se hizo muchos años después de la declaratoria. Incluso cuando UNESCO sí realmente conoce el diseño es cuando sugiere hacer el Estudio de Impacto Patrimonial, con el resultado ya comentado. Por lo tanto una cosa es saber que hay una zona de expansión portuaria y otra muy distinta es aceptar cualquier diseño de expansión portuaria.

3.- Además es Chile quien postula a la UNESCO el sitio patrimonial y no al revés, por lo tanto es Chile quien tiene el deber de cumplir con los compromisos adquiridos en dicha declaratoria. Y Chile no ha cumplido, no tiene un Plan de Gestión Patrimonial para dicho sitio, tampoco levantó el Consejo Ciudad Puerto, como lo establece la ley de Puertos y por lo tanto el municipio porteño, que es el administrador del Sitio UNESCO, nunca tuvo ninguna oportunidad de estar en el directorio de EPV para opinar sobre el diseño de la expansión portuaria.

Por lo tanto el T2 es un diseño a espaldas de la ciudad sin ninguna participación del municipio, ni de otras asociaciones o instituciones de la ciudad. Por lo tanto el Plan de Desarrollo de EPV (mall Barón incluído) es sólo un plan “pensado” por EPV (y el Estado de Chile desde Santiago) según su propia interpretación, asumiéndose ellos como los planificadores de la ciudad, materia que no les corresponde, pues debe ser el Municipio porteño quien esté a cargo de la  planificación de la ciudad.

4.-  Las cifras que indican como 6 mil empleos son cuestionables, pues lo empleos directos son muchísimo menos (menos de mil) y tampoco hay cifras económicas de cuánto podría ganar la ciudad hacia el futuro con otros proyectos en el borde costero salidos del turismo y otras industrias creativas. Además por efectos del T2, 500 pescadores de la caleta Sudamericana fueron expulsados de su lugar de trabajo y peligran otros 100 de los trabajadores del dique Sociber. Todos sabemos además que el trabajo portuario cada día será más tecnologizado y por lo tanto emplearán en el futuro cada vez menos trabajadores.  

5.- EPV dice que su plan “se hace cargo de proyectar a la ciudad a sus distintas vocaciones, creando sinergias entre ellas” lo que se contradice absolutamente con el Informe Isaza quien dice específicamente que dicho plan (T2)  lo que hace es dañar irreversiblemente el patrimonio del Sitio UNESCO de Valparaíso y por ende daña también sus otras vocaciones como el turismo, además de afectar el urbanismo y la economía local.

6.- Cuando EPV alude que está abriendo el borde costero a la ciudadanía tampoco es cierto del todo pues se trata esencialmente de un proyecto inmobiliario para el retail. También habla del Terminal de Cruceros, el cual recién están comenzando a proyectarlo, es decir, tardíamente, ya que el 60% de los cruceros se fueron a San Antonio por lo menos para los próximos 3 a 5 años. Con estos antecedentes, nos queda la duda de quién invertirá en un muelle de cruceros que no tiene las recaladas suficientes.  Y por otro lado y aún más grave, ¿De qué sirve  apostar por un Terminal de Cruceros exclusivos si al mismo tiempo se destruye el Sitio Patrimonial que se supone es el atractivo para que recalen esos cruceros?

7.-Celebramos que la EPV construya sus nuevas oficinas en el edificio Subercaseaux, del barrio puerto, pero no por recuperar ese edificio debemos olvidar que su propio proyecto del T2 será un daño irreversible, en específico, para TODO dicho barrio.

8.- La recuperación arqueológica mencionada por EPV en el sector de Barón se debe precisamente  al proyecto del Mall Barón, por lo tanto es su obligación preservar dicho patrimonio. Lo “curioso” es que dichos fondos para esa recuperación y estudio los debiera pagar el propio Mall Barón (familia Solari) y no la EPV con recursos de todos los chilenos. Lo mismo acontece con el túnel y pasarela del muelle Prat, donde será el Estado quien esté subsidiando a TCVAL (empresa española), en una suma aprox. de 30 millones de dólares o más, lo que no corresponde y es ilegal.

9.- Además, el T2 -como puerto -técnicamente tampoco cumple con los requisitos de ser un buen puerto, principalmente por no tener buena accesibilidad. ¿Para qué entonces producir tanto daño al resto de la ciudad por un puerto que no será competitivo ni de excelencia?

Por lo tanto el plan de desarrollo de EPV no es responsable y lo único que tiene a corto plazo es la destrucción de nuestro patrimonio para siempre. No es coherente ni ha sido consensuada con la comunidad -como señalan- pues no cuenta con la venia de muchas instituciones como UNESCO, ICOMOS CHLE, de la Municipalidad de Valparaíso y su departamento patrimonial, del Colegios de Arquitectos de Chile y de Valparaíso, de las facultades de arquitectura de las universidades, del Consejo de Monumentos Nacionales, ni de muchos ciudadanos informados de las consecuencias de estos proyectos que solo a ellos, según su propia perspectiva, satisface.