Por Sebastián Villarroel González, Sociólogo, Militante de Revolución Democrática

@sebavillarroelg

Esta semana, leí que la Seremi del Trabajo de nuestra región reducirá el programa de generación de empleos sociales a Valparaíso para entregarles cupos a otras comunas de la región que tienen altos índices de pobreza. Ante esta brillante explicación, surge la pregunta sobre el estado de pobreza que tiene nuestras dos comunas con mayor habitantes de la región, Valparaíso y Viña del Mar.

A fines del 2017, el Ministerio de Desarrollo Social publica el Atlas de Acción Social (link: https://goo.gl/vXHRDC) que consiste en la construcción de Áreas Prioritarias de Acción Social (APAS) para 75 comunas de Chile a partir de la información del Registro Social de Hogares (RSH). Estas zonas APAS son el resultado de cinco indicadores georreferenciado, generando “capas” que al sobreponerlas emergen estas áreas de priorización. Además, se complementa la información con otras fuentes georeferenciada de otras instituciones.

Los resultados llaman la atención. Las comunas con mayor superficie y número de áreas de las zonas APAS son Valparaíso y Viña del Mar. Para entender la magnitud. Estas dos comunas hacen un tercio de superficie de priorización y número de áreas en relación al total del “Gran Santiago”. Y sobre los campamentos, nuestras dos comunas doblan en número de campamentos respecto a las del área metropolitana. Es más, Valparaíso como región es la que tiene más campamentos en todo Chile.

A partir de lo anterior, me hacen reflexionar tres cosas. Primero, las declaraciones como las de la alcaldesa Reginato culpando a los campamentos en su comuna por el déficit municipal de Viña del Mar, que hicieron recordar la frase de oro “te invité yo a vivir aquí” de Castro, esto no más que es el reflejo de la forma de gobernanza y gestión municipal por parte de la UDI popular en la región de Valparaíso. Acciones estéticas para mostrar un “gran” trabajo pero profundizando las condiciones de vulnerabilidad de nuestros habitantes y provocando enormes déficit en las arcas municipales, haciéndolas financieramente insostenibles. Que gran legado.

En segundo lugar, las promesas de campaña del Presidente Piñera de eliminar programas sociales y reducir impuesto a los más ricos del país, generan preocupación al ver que lo que se requiere es más programas sociales y más recursos para generar condiciones de garantes de buen vivir a todas y todos nuestros habitantes. Este tipo de medidas lo único que provocaría que los municipios compitan por obtener programas sociales, donde las decisiones que quien las adquiere quedan al alero del clientelismo político y como resultado se profundice la vulnerabilidad territorial en nuestras comunas. ¿En vez de reducir el programa de generación de empleos sociales, no es mejor aumentarlo para que otras comunas también tengan acceso? ¿o es muy tonto lo que estoy diciendo?

Por último, como lo muestran los datos, es necesario una priorización de recursos a través de programas sociales y proyectos de vivienda a las comunas de Valparaíso y Viña del Mar para el corto, mediano y largo plazo. Que en diez años de intervención del “Quiero Mi Barrio” solo entre Valpo y Viña se hayan realizado 20, demuestra que la preocupación de las gestiones municipales UDI nunca estuvieron en los sectores poblacionales que más lo requerían. ¿Por cuánto tiempo más vamos a ser las comunas con más número de campamentos en Chile?

Ahora, para poder avanzar en soluciones reales es necesario dos cosas. Primero, un cambio en la forma de gobernanza local y gestión municipal que ponga en el centro a los habitantes y su buen vivir. En este sentido, el alcalde Sharp ha dado muestra de avanzar en la dirección correcta para poder atacar el problema de raíz. Ha propuesto el “banco suelo”, está actualizando instrumentos de planificación comunal, aumentó los metros cuadrados de las viviendas que van hacer entregadas a las familias que sufrieron del incendio de “puertas negras”, entre otras cosas. Es imperativo que en las próximas elecciones saquemos a la UDI de la conducción de la comuna de Viña del Mar.

Y segundo, los gobiernos locales de un gobierno nacional comprometido con solucionar los problemas que nos aquejan en nuestras comunas. Por ende, que distribuya mejor los recursos, aumente los programas sociales y no los quite y sobre todo, que garantice vivienda digna. Esta vez,  si queremos realmente dar solución al problema de los campamentos en nuestra región y mejorar las condiciones de vida de nuestros habitantes más vulnerable, la pelota la tiene el Gobierno y el Intendente con sus equipos.

Foto: Huawei / Agencia Uno