Por Felipe Garrido Díaz, Dirección Comunal Valparaíso Movimiento Autonomista

Christopher Gepp Torres, Dirección Regional Valparaíso Movimiento Autonomista

Valparaíso se encuentra discutiendo una propuesta de modificación parcial del plan regulador comunal (PRC) y se ha generado un intenso debate democrático que se ha centrado en la altura máxima permitida para diversos tipos de construcción dentro de los sectores a modificar. Desde el Movimiento Autonomista valoramos que actores que han tomado parte activa en las luchas por construir una ciudad más democrática sean capaces de discutir sus diferencias de forma abierta y de cara a la ciudadanía.

La Alcaldía Ciudadana ha construido su propuesta de acuerdo a los procesos de participación, en los que vecinos y vecinas han señalado que sus barrios no soportan ya más carga de la que el descontrolado crecimiento inmobiliario ha generado, ya que la modificación afecta a aquellos territorios donde no había limite de altura para las construcciones.

Siendo una organización con presencia a nivel nacional donde otras compañeras y compañeros también luchan por la soberanía de sus territorios, nos sentimos en la responsabilidad de apoyar a las vecinas y vecinos que han confiado en una Alcaldía que ha abierto las puertas y ha escuchado a la ciudadanía bajo un compromiso vinculante, a diferencia de otros lugares donde la participación ciudadana es reducida y rara vez escuchada. Al igual que agrupaciones de vecinas y vecinos consideramos que estamos ante una situación que puede ser histórica, al lograr que la voz de quienes habitan el territorio marque la pauta de como este se construye. Esta oportunidad no la podemos desaprovechar.

En este debate se han abierto importantes discusiones, como el precio del suelo y su uso, la especulación inmobiliaria, los fenómenos de gentrificación que expulsan a los habitantes de los territorios, la posibilidad de construir vivienda social, la necesidad de que se produzca inversión en el territorio y quienes son los actores que la realizan (no solo invierten los privados y el Estado sino también los vecinos al construir, reparar y reconstruir sus viviendas y sus barrios).

La invitación es a discutir una política de desarrollo territorial para nuestra ciudad y región, más allá del marco de discusión de una modificación parcial al PRC de nuestra comuna y de lo que nos permiten las limitaciones del mercado especulador y las deficientes políticas de vivienda social del Estado. Debemos relevar la importancia que tiene para esta discusión el valor de uso del suelo y no solo su precio, es decir, que se ponga en valor la construcción cotidiana y colectiva de esos espacios, las actividades que se realizan y el significado que tiene para sus habitantes, tal como lo han destacado las organizaciones vecinales que apoyan la propuesta.

Defender el derecho a la ciudad para todos y todas choca con un modelo que impone una visión de ciudad que se construye según la voluntad de unos pocos. Quienes hemos luchado por recuperarla aún teniendo legitimas diferencias, debemos continuar reuniendo fuerzas y constituyendo ese proyecto común que permita lograr  las transformaciones más profundas y ambiciosas que nuestra sociedad requiere.