Valparaíso y su larga historia de incendios

14 Abril 2014

Antes de la llegada de Juan de Saavedra en 1536 quien bautizó al puerto como “Valparaíso”, los habitantes originarios llamaron a estas tierras y a sus alrededores “Aliamapa” (Aliamapu), que significa “tierra quemada” o “país quemado”. Por Felipe Espinosa P

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Este artículo fue publicado el 18 de febrero del 2013. A propósito de los hechos ocurrido este fin de semana en Valparaíso, volvemos a republicarla para recordar los incendios que han ocurrido en la ciudad. 

 

Por Felipe Espinosa P, Sociólogo, Magister ©  Comunicación Social. Autor de los libros: “Valparaíso en Tránsito: Perspectivas desde una Nueva Sociología de las Ciudades” y “Valparaíso Ciudad Creativa: Reflexiones Sobre Redes y Liderazgos”. Director de Revista El Topo. www.eltopo.cl

A partir de una investigación en la que he estado trabajando, me he encontrado con una serie de hechos que pareciera que son frecuentes y recurrentes en la historia de Valparaíso. Los incendios no son ajenos a la gran ciudad desde sus orígenes modernos (e incluso antes de eso).

Antes de la llegada de Juan de Saavedra en 1536 quien bautizó al puerto como “Valparaíso”, los habitantes originarios llamaron a estas tierras y a sus alrededores “Aliamapa” (Aliamapu), que significa “tierra quemada” o “país quemado”. Por otro lado, el escritor nacido en 1887 en Valparaíso, Joaquín Edwards Bello, describía en uno de sus relatos de esta manera al puerto.

“Al lado no faltaba el clásico edificio incendiado, porque Valparaíso debiera llamarse Pirópolis, o ciudad del fuego.”

La nominación  “Pirópolis” fue en su momento muy frecuente entre los habitantes, quienes durante más de 150 años han sido protagonistas y testigos del crecimiento, la ocupación y el desarrollo urbano moderno. En el puerto de Valparaíso se congregaron habitantes de múltiples nacionalidades y el aumento demográfico permitió que se instalaran modernas fábricas e industrias a mediados del siglo XIX. La ciudad sin embargo, se construía en la práctica cotidiana, en la espontaneidad del territorio y en la precariedad de los sistemas urbanos. Mientras lo que podríamos llamar la “superestructura” de la ciudad crecía con fuerza en las últimas innovaciones e inventos, la “infraestructura” de la ciudad, aquella que permite que las ciudades se comporten como sistemas (cañerías, desagües, reglamentos e instituciones), era aún débil. Carecía de la capacidad y las exigencias que requería la formación de un sistema urbano moderno.

La historia nos devela antecedentes, registros, pero también aprendizajes, que al parecer en Valparaíso no se han incorporado. El incendio que se produjo esta semana en Valparaíso puede ser visto como propio de una ciudad moderna establecida en un asentamiento precario. Si las causas se produjeron por la construcción de un edificio sin condiciones mínimas de seguridad, los efectos de esto también se sitúan en la incapacidad de acceso a los lugares para apagar las llamas de manera rápida y eficiente. Las condiciones del territorio en Valparaíso son especiales y no han cambiado a lo largo de su historia. El incendio da cuenta y hace evidente una situación precaria que se vive año a año (sobre todo en los meses de verano) con mayor o menor intensidad.

Los ciudadanos han sido sin duda quienes han acompañado esta historia y se han hecho cargo de estas catástrofes. Se pasa de lo que el sociólogo francés Emile Durkheim, denominó la “solidaridad mecánica” donde la sociedad actúa como un conjunto, a la “solidaridad orgánica” en donde se especializan las actividades y se crean relaciones de interdependencia entre los miembros de la comunidad. Es por esto que a mediados del siglo XIX, los ciudadanos del puerto se congregaron para formar la primera compañía de bomberos de Chile luego de un incendio que duró dos días en el año 1850.

A continuación, algunos de los incendios que han quedado registrados en la historia de Valparaíso:

15 de diciembre de 1850: Incendio a la medianoche en una cigarrería de la calle Cruz de Reyes, que se propagó rápidamente a las casas colindantes. El siniestro dura 2 días. (Da origen al cuerpo de bomberos)

04 de enero de 1852: Un incendio se produce en un cuarto de la tintorería de los señores Orrego en la calle de San Juan de Dios.

17 de julio de 1855: Incendio en una Fábrica de Fideos.

03 de enero de 1856: Incendio en una carpintería situada en calle Chacabuco y a espaldas de la casa de Guillermo Thompson.

08 de enero de 1856: Incendio en la fábrica de jabón y velas de Antonio Bordes.

17 de noviembre de 1860: Voraz incendio entre las calles Cochrane y Blanco desapareciendo completamente cocinerías, barberías, despachos de licorerías y una herrería, al explotar un caldero.

15 de octubre de 1862: Incendio en la fundición de F. Reynolds, ubicada en calle Victoria. Sufría un siniestro menor al incendiarse maderas, cajones y otros objetos.

29 de enero  de 1920: A las 17.15. se recibió alarma al haberse declarado un incendio en los patios de la estación del Barón. Salió la bomba la cual no trabajó, porque el fuego había sido extinguido.

29 de enero de 1954: Incendio a las 23.35 horas en el edificio y laboratorio de la administración de Agua Potable ubicado en calle Blanco entre Las Heras y Rodríguez. Se trataba de un siniestro de proporciones, que pudo adquirir caracteres de tragedia por existir tubos de oxígeno y materias inflamables en ese local y los que por suerte se ubicaron de inmediato y fueron retirados oportunamente. A las 12.40 horas la Central Bombas dio alarma general del incendio por haber un principio en el cité Moltedo ubicado en calle Colón esquina de Freire, edificio que figura en la lista negra del Cuerpo por su antigüedad y ligera construcción. Afortunadamente no era nada de cuidado y los moradores se encargaron de apagarlo, siendo inoficiosa la salida del material.

 

Fotografía: Grupo El Libro. Bomba Cousiño y A. Edwards. Tercera Compañía de Bomberos de Valparaíso