Covid-19 y la revancha de la era digital

23 Marzo 2021
No hay duda alguna. Hemos avanzado a paso firme en materia de digitalización. Pero en el futuro cercano el desafío está en democratizar el acceso y transformarlo en un derecho
Alejandro Comun... >
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Perder el tiempo, jugar videojuegos, distraerte en el trabajo, apostar por negocios que no valen la pena. La lista es interminable cuando nos detenemos a pensar las ideas que se nos venían a la cabeza cuando describíamos el mundo digital.

La pandemia más grande de nuestra historia reciente ha generado tantas consecuencias, que resulta difícil enumerarlas o dimensionarlas. Pero seguramente, uno de los fenómenos más positivos, es sin lugar a dudas la reivindicación de la tecnología: esa que mejoró sustancialmente nuestra vida en cuarentena.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), un 17,5% de los trabajadores se mantenía en modalidad de teletrabajo permanente en enero de este año. Este índice se concentra principalmente en los profesionales que pertenecen al mundo de las telecomunicaciones y servicios básicos.

Esta realidad parece haber llegado para quedarse. Se estima que más del 70% de los presidentes ejecutivos de las empresas nacionales van a generar una fuerte inversión en tecnologías digitales. Lo anterior es muy por sobre el promedio general de 49%.

Es que no sólo el trabajo se digitalizó. Los servicios de comida rápida y las plataformas de e-commerce han experimentado un explosivo aumento de demanda. Según la Gerencia de RAPPI Chile, el incremento ha sido de un 20% solo durante esta última cuarentena.

El contexto de restricciones, también ha sido un aliciente para que la población a todo nivel entre en contacto directo con la tecnología. Los permisos virtuales de desplazamiento dejaron de ser un trámite extraño y engorroso. La era post-covid nos sorprenderá con una vida cotidiana en la que la tecnología ha llegado para simplificar nuestra vida y ser un aporte más que un obstáculo.

La Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile ya revelaba que en 2017 el 87,4% de los chilenos tenía acceso a internet. Sin embargo, la pandemia como en muchas otras aristas, ha dejado al descubierto que la desigualdad también es digital.

Solo 1 de cada 4 chilenos tiene conexión estable de internet en su hogar, si hablamos del segmento D y E. Esta distancia se ha demostrado en el constante traspiés que ha tenido el gobierno de turno para promover la educación a distancia. Según el Banco Mundial, solo un 40% de los escolares chilenos ha tenido clases online durante la pandemia. A nivel de los colegios más vulnerables, esta cifra se reduce a solo el 27%.

No hay duda alguna. Hemos avanzado a paso firme en materia de digitalización. Pero en el futuro cercano el desafío está en democratizar el acceso y transformarlo en un derecho, junto con garantizar también la calidad en materia de infraestructura tecnológica. Nichos como la educación a distancia, la telemedicina y el emprendimiento digital tienen un enorme potencial que nos puede llevar a la vanguardia a nivel latinoamericano. Espero que sigamos recorriendo ese camino hacia un Chile sostenible, también en materia digital: el destino nos sitúa a un clic de poder lograrlo.