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Creo que una de las primeras reacciones que uno tiene frente a un temblor, es despertar todos los sentidos para saber si lo que presenciamos es realmente un sismo o parte de nuestra imaginación. Pero cuando vemos que el movimiento se vuelve más violento nos paramos y corremos al marco de la puerta. 

Cuadros, figuras en las repisas y una jarra de jugo vuelta loca, fue lo que acompañó mi panorama de esta madrugada, con una vista privilegiada de Valparaíso, logre observar como se corta la luz en Cerro Alegre, y como el resto de la ciudad puerto despertaba poco a poco.

Los edificios del plan, particulares e institucionales, comenzaron a encender paulatinamente sus luces a medida que el sismo iba terminando. Mientras que al finalizar, las autoridades hicieron el llamado de alerta preventiva por el posible recogimiento del mar. Es así, como se veía por las distintas calles de Valparaíso, el éxodo de las personas con frazadas y termos hacia los miradores más cercanos.

Todos tranquilos observaban como ningun barco salia del molo de abrigo, y bomberos se movian en carros por todos los cerros pidiendo que volvieran a sus casas, que la emergencia habia finalizado a las 3:10.

Terremoto o temblor

Aunque las conecciones telefonicas colapsaron a los segundos del temblor, las redes sociales siguieron encendidas, donde todos preguntaban por sus parientes lejanos pero conectados en sus distintos aparatos moviles, preguntando si fue o no un terremoto.

La mayoría confirmaba lo que Salfate había dicho un par de días atrás sobre un temblor fuerte en esta región, pero lo más extraño era que lo que sentimos tan fuerte y con una duración no acostumbrada, era de una intensidad de 6.7 escala de Richter y con cerca de nueve replicas que hemos sentido en la mañana, no era merecedor de ser titulado como un terremoto. Más aún cuando, no tenía la misma ubicación que el 27F. Entonces ¿qué fue?