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“Show político”, “triste panorama” y “demostración de la crisis política de Chile” son las expresiones que resumen la opinión de las llamadas candidaturas presidenciales alternativas, frente a la velocidad e improvisación con que la clase política legisló el tema de la franja televisiva.

El proyecto de ley orgánica constitucional (la segunda más importante, después de las leyes interpretativas de la Constitución), dice que los canales de televisión abierta tienen que destinar gratuitamente 15 minutos diarios de transmisión de publicidad política para la elección primaria. Originalmente esta publicidad estaría 15 días en pantalla. Después se dijo que 6 días. Y ahora, si se concreta, podría estar al aire uno o dos días.

La presidenta del Partido Progresista y vocera de la candidatura presidencial de Marco Enríquez-Ominami, Patricia Morales, dice que esto es un ejemplo de la mala calidad de la política en el país.

En este sentido, la dirigente del PRO explicó que “la Franja es un ejemplo más de lo mal que se hace la política y lo mal que está la crisis parlamentaria en general. Por una parte se cambiaron las reglas porque cuando ellos legislaron sobre las primarias acordaron no tener Franja y luego a último minuto cuando se dan cuenta y temen que no habrá suficiente participación deciden aprobar una Franja en dos minutos, entonces llama la atención que llevemos años tratando de terminar con el sistema binominal y los parlamentarios no se pongan de acuerdo y no se puedan legislar con rapidez, sin embargo, cuando se trata de regalar 10 minutos propios de publicidad en una Franja ahí sale rápido el proyecto de ley, y es el reflejo de lo que es la crisis política y parlamentaria de hoy”.

“Crisis política y parlamentaria” que también observa la candidatura presidencial del economista Marcel Claude, que incluso presentó el 28 de mayo un recurso de protección contra la franja televisiva [12], puesto que no permite el derecho a réplica de los candidatos alternativos. El vocero de esta candidatura, el cientista político Salvador Muñoz, opinó que “esto nada tiene de nuevo”.

Por esto, el analista político detalló que “no es nuevo en la clase política chilena hacer las cosas mal, a última hora y saliendo del paso, ya han legislado así durante 24 años en el marco de una institucionalidad absolutamente ilegítima y para salir del paso tratando de atacar siempre los efectos que nos tienen hoy inmersos en una crisis institucional. Nosotros como comando hemos hecho ya manifiesto nuestro malestar por la desventaja en la cual se encuentran todos los candidatos que no han querido participar del espectáculo de las primarias puesto que tienen menos cobertura en medios de comunicación, que los candidatos que sí están yendo a primarias y consideramos que eso atenta contra la igualdad de condiciones en una elección que debiera primar como principio y por tanto son dos temas que nos parecen muy graves”.

En materia de análisis, la politóloga de la Universidad de Chile, Francisca Quiroga, dijo que esto demuestra: 1°) que la clase política nunca tuvo la convicción ideológica de incrementar realmente la participación política, pues el Partido Renovación Nacional es el único que hará primarias parlamentarias, pero sólo en 15 de los 60 distritos para diputados y en ninguna de las 19 circunscripciones senatoriales. Los demás partidos, nada. 2°) La franja electoral televisiva, si llega a materializarse, permitirá ver eslóganes pero no discusión real; y 3°) es nulo el asidero político que tienen las primarias en la historia de Chile, puesto que el Gobierno importó la idea de Estados Unidos.

En esa misma línea, la académica de nuestra casa de estudios indicó que “uno se da cuenta que sus asesores como si fueran estadounidenses, o sea, hay una intencionalidad y una búsqueda del modelo que no es nuestro. Creo que todavía hay un tema de formación ciudadana y de los propios partidos políticos de reconocer las primarias con una ley, con errores, desde el punto de vista de cómo se pensaba la primaria. Son partidos políticos que no estaban dispuestos a hacer competencia electoral, ni generar apertura en la elección de sus candidatos, por tanto desde ahí tenemos problemas más estructurales respecto de las primarias y el reflejo de eso es la falta de apropiación de este modelo”.

En los recientes 7 días, el Parlamento terminó de legislar la franja televisiva electoral para el 30 de junio; luego el Presidente anunció a la Cámara de Diputados que no vetaría este proyecto, de manera que el texto entró y fue visado por el Tribunal Constitucional en menos de 24 horas, aun cuando el plazo para el pronunciamiento de esta instancia es de 30 días. Finalmente, la publicidad política del Pacto Nueva Mayoría (de la Concertación) y de la Alianza (de RN y la UDI), podría verse en televisión apenas uno o dos días antes del cierre del plazo legal de propaganda, que es a la medianoche del jueves.