relojok10-11.jpg [12]

El Accidente cerebrovascular (ACV) es la primera causa de muerte en Chile, la segunda en el mundo y además es la primera causa de discapacidad en adultos, su rápida detección y tratamiento son vitales.

Reconocer y atender a tiempo un accidente cerebrovascular (ACV) puede marcar la diferencia entre la vida, el nivel de discapacidad tras el incidente e incluso la muerte. En general, se habla de un marco de 4 horas para su tratamiento. La capacidad para salvar la vida de la persona afectada o reducir al mínimo las secuelas que pueda provocar esta emergencia, dependen en gran medida de la rapidez con la que se trate: mientras antes se diagnostique y se realicen los procedimientos el paciente tendrá mayor posibilidad de tener una mayor sobrevida y evolución.

Los síntomas a tener en cuenta

Para poder realizar una rápida detección del evento cerebrovascular es necesario conocer y estar informado de los síntomas. La gran mayoría de la población no los reconoce y ése es el gran problema de partida ante el tratamiento.

Los principales síntomas de un ACV son:

CARA: Rostro caído, boca torcida o parálisis facial.

BRAZO: Dificultad para levantar los brazos o pérdida de fuerza en uno de ellos.

HABLA: Dificultad para hablar con claridad, balbuceo o incoherencia en el mensaje.

Si bien estos son los síntomas más frecuentes, existen otros como: entumecimiento de una extremidad, pérdida de visión, confusión o dificultad para hablar.

Es importante indicar que ante estas señales jamás se debe esperar a que pasen para consultar. El accidente cerebrovascular es una emergencia y lo correcto es llamar a una ambulancia, o asistir inmediatamente a un centro de urgencias para que se realicen las evaluaciones y tratamientos.

Por otra parte, el ACV es parte de la Ley de Urgencias, [13] por lo que más allá del sistema de previsión debe ser tratado en cualquier centro asistencial, ya sea éste público o privado.