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Patricio Arroyo Jofre

Director de Escuela de Pedagogía en Educación Física 

Universidad San Sebastián.

Hace algunos años conversé con un gran profesor, con mucha trayectoria y años de docencia, el cual me dijo una gran verdad referente a la actividad física “esta es una pelea entre Tarzán v/s Batman”. 

Hoy esa analogía cobra más sentido que nunca. No solamente en los tiempos de los hombres de las cavernas, sino también en épocas posteriores e incluso bastante modernas si alguien quería ir a buscar algo para comer, debía luchar por su alimento y recorrer grandes distancias para lograr su objetivo, como Tarzán. 

Ahora solo basta con llamar a un Delivery y utilizar una App como Batman. Nuestros hijos cada vez más se están transformando en analfabetos motores. 

Tarzán si quería subir a un árbol tenía que escalar utilizando su fuerza, pero Batman solo necesita lanzar un gancho retráctil a través de su Bat-hook y sin esfuerzo alcanza la cima. 

Eso ha calado profundamente en nuestros niños y adolescentes. La composición corporal ha cambiado y ha generado que la masa muscular haya disminuido y aumente la masa grasa, dejándolos expuestos a lesiones, al no poder realizar trabajos de sobrecarga. 

Falta hacer más ejercicio en forma cotidiana. La facilidad en las actividades rutinarias y el aumento de la inactividad provoca que las personas queden expuestas a contraer enfermedades crónicas que lo acompañarán durante su vida. 

Sin embargo, también sabemos que es un escenario modificable. No se trata de ser atletas de alto rendimiento como Tarzán. 

El problema es que si no modificamos nuestros hábitos de inactividad física estaremos cada vez más cerca de ser como Batman. Sería una verdadera lástima, porque si bien la tecnología es un aporte para muchas actividades cotidianas creo que en lo que se refiere a la actividad física, prefiero que triunfe Tarzán.