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Las canciones de los Blue Splendor están llenas de historias y anécdotas sabrosas. De todo lo que publicaron en discos 45 rpm (bastante material sumamente atractivo, que da incluso para armar todo un LP con lo que apareció exclusivamente en ese formato), para mí los singles más emblemáticos son dos: “Amazonas/Verano sin Amor” (1965), por ser su primer sencillo (y por el cual padecieron la incomprensión y desprecio del director artístico del sello Philips), y “Cuando Volviste/Pasos en el Espacio” (1966), esta última por todo lo que generó a partir de su cara B.

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“Pasos en el Espacio” es un instrumental compuesto por el saxofonista Carlos Cifuentes y el pianista y líder de la banda, don Ángelo Machiavello. Con un título que por sí solo ya despertaba el interés (y ojo, años antes de la llegada del hombre a la luna y la famosa frase “un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”), surgió porque les faltaba una canción para completar una sesión de grabación y don Ángelo no estaba conforme con la pieza que tenían con letra y es ahí cuando Cifuentes le propone grabar ese instrumental que venían trabajando. Dicho y hecho. 

Lo curioso es que, después de publicarse, el single llegó a Inglaterra y fue escuchado por directivos de la BBC de Londres. Rafael Palacios, vocalista y bajista de los Splendor, sospechaba que algún marino mercante fue el responsable de que el registro cruzara los océanos. El caso es que a los programadores de la cadena les llamó poderosamente la atención la pieza y la presentaron al aire en su programa “Novedades Mundiales del Jazz”, en el mes de julio de 1967, siendo distinguida como “Mejor interpretación original” (se comenta que incluso el tema fue interpretado en alguna oportunidad por la Orquesta de la BBC de Londres). Palacios comentaba siempre que ese tema fue la primera canción chilena en ingresar a los archivos de la BBC (dato que quizá alguien podría encargarse de contrastar). En el gigante mediático no tenían idea que la banda era chilena y mandaron felicitaciones a la casa matriz del sello Philips en Holanda, por tener entre sus filas a un grupo que, en materia del jazz, se había “adelantado a su tiempo”. 

El elemento que más les llamó la atención en ese entonces, fue el peculiar sonido que emitía el saxofón, destacando la inventiva y la destreza técnica del intérprete. 

Y aquí es donde viene la anécdota: resulta que el saxo sonaba así porque estaba defectuoso. En sus primeros años, y sin disponer de grandes recursos, los músicos habían comprado el chiche al regimiento Coraceros de Viña del Mar, cuando esta unidad castrense había dado de baja todos los instrumentos de su banda militar por renovación. El saxofón era de 1899 y tenía un problema que hacía que emitiera un sonido que se asemejaba al balido de una cabra, rasgo que se puede apreciar claramente en “Pasos en el espacio”.

Después de ganar su primer disco de oro con su single debut y ya con más regalías de parte del sello, compraron nuevos instrumentos. El problema fue que ese llamativo sonido que le dio identidad a la composición y que se obtenía de forma natural al presionar las llaves de la reliquia ya jubilada, ahora obligaba al ejecutante a hacer uso de todas sus aptitudes para lograr reproducirlo. Machiavello se burlaba de Cifuentes diciéndole que ese instrumental siempre se le iba en collera, evidentemente, en tono de franca broma.

Querida y entrañable banda del puerto con un sinfín de historias, como la del show de Ed Sullivan, que ya llegará el momento de compartir. 

Y ahora, a ponerse en órbita con Los Blue Splendor y sus “Pasos en el Espacio”: