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Con veinte minutos de retraso y estrenando nuevos recursos promocionales y visuales comenzó la novena sesión del concejo municipal con un único e importante tema en la tabla de la cuenta presidente: la dilatada, retrasada y sospechosa licitación del Vertedero El Molle. El tema al fin es discutido por la administración muy tarde, apenas a 11 días de que se terminen los 20 años de plazo de la actual concesión y cuando no hay tiempo para hacer absolutamente nada.

Recién esta semana, el alcalde se reunió con el gobernador y con los alcaldes de las 12 comunas que depositan sus desechos en el vertedero y con muchos datos de relleno sobre el relleno, hizo una nerviosa pero sobreactuadamente optimista visión sobre el problema que la falta de su gestión municipal ha provocado, y denunció sorprendido una anomalía que él y todos ya sabíamos hace harto tiempo: el propio municipio debe pagar más de 300 millones de pesos mensuales por depositar los desecho en su propio vertedero.

En abril de este año, la inasistente administradora municipal aseguró que estaban trabajando en las bases de la licitación, sin embargo eso no era cierto, y ahora la actual concesión termina su contrato pero debe implementar un plan de cumplimiento ambiental que dura hasta el año 2023, debido a la contaminación que el vertedero ha provocado en las aguas de Laguna Verde, lo que hace aún más complicado el problema.

Pese a eso, el municipio no acepta las condiciones de Veolia, la actual concesionaria, para extender la concesión dilatando un posible acuerdo; y si algo hemos aprendido en estos 55 episodios del Concejo con Cé es que la gestión de Sharp suele utilizar este mismo modus operandi (dilatar las licitaciones hasta que no se puedan efectuar), para saltarse las estrictas formalidades legales de las licitaciones y terminar realizando un trato directo con alguna empresa a quien la administración ya tenía seleccionada previamente.

Quedó clara la leal postura de los concejales adoctrinados por el alcalde al aplaudir su nebulosa exposición, y la concejala Araya, en un extenso pero incoherente discurso, llegó a decir que esto nunca se vio antes en sus casi 10 años de concejala…. Aunque quizás no recuerda que hace apenas 4 meses sí se vio en una comisión mixta, y tal como la actual presidenta de la comisión de finanzas, el anterior lo alertó reiteradamente durante casi un año sin que la administración haya reaccionado.

Durante la cuenta de la comisión de Régimen Interno, se aprobó la compra de 2.540 cajas y 4.500 gift-cards de supermercado con recursos COVID para repartir a los electores por un total de 116 millones de pesos, nuevamente por trato directo, bajo la excusa de la “emergencia”; y durante la cuenta de la comisión de finanzas se dio a conocer el informe financiero semestral y se aprobó otra modificación presupuestaria más, pero quizás lo destacable fueron la aprobación de otra mala práctica de esta gestión, que son las subvenciones a organizaciones designadas por el oscuro Comité de Concesiones y cuyos millonarios montos triplican lo que las organizaciones recibirían con los suspendidos fondos concursables de este año, y se entregan por asignación directa dependiendo de la capacidad de lobby que tengan los beneficiados o los favores pendientes.

Se entregaron seis millones trescientos mil pesos de subvención para realizar la Fogata del Pescador al Sindicato de pescadores de la caleta El Membrillo.. los que antes organizaron la firmatón del director de la Cormuval que va de candidato a diputado. Y también se entregó una subvención de seis millones cuatrocientos mil pesos a la Corporación Sportiva Italiana, clásico club de básquetbol en el que su figura histórica era.. ¿el esposo de una concejala?….

Ni siquiera se fijaron que el club no está registrado como receptor de fondos del estado ¿quién tiene que fiscalizar estas cosas?

En la cuenta de la comisión de Género se aprobó la Ordenanza de Adultos Mayores, y en la sección de patentes de alcohol se intentó aprobar una patente indicando que la Junta de Vecinos del lugar estaba inactiva, lo que fue rápidamente corregido por la Concejala Gigi Llorente, militante del TER, quien alertó que esa junta (presidida por otra militante del TER) sí estaba activa, por lo que se suspendió esa aprobación ¡Cómo puede ser posible que no reconozcan las juntas que han comprado…!

Y en los puntos varios debutó el cliché “lo mío más que una pregunta es una reflexión”