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Por Dyzimmerman

Perder la vida por sobredosis es y fue accidental. En 1964 Rudy Lewis, integrante de la mega agrupación de soul The Drifters muere a los 27 por esta causa. En septiembre del 70 Alan Wilson guitarrista deCannet Heat, lo mismo, y también a los 27. El resto de los “famosos” que partieron a esa edad lo hicieron por distintas causas, desde accidentes en auto hasta comas diabéticos. Fanáticos y periodistas han creado las mejores historias al respecto pero en definitiva lo que queda es la música, por lo mismo el llamado Club de los 27 deja mucho que desear.

Lo que sucedió hace poco con la británica Amy Winehouse (sep. 83 – jul. 2011) es un buen ejemplo. Con dos discos editados desde el 2003, la cantante de R&B pasó más tiempo en las portadas por sus “aventuras de rock and roll” que dentro de algún estudio de grabación. Talento le sobraba, pero quizás ese talento y su apego a lo más clásico del soul no calzó en estos tiempos donde lo digital se aleja mucho de lo que caracterizó al sonido nacido en lugares como los estudios Motown o Stax Records.

En su música puedes encontrar a Dusty Springfield (entre muchas otras), coterránea, que hizo uno de los mejores registros en dependencias del sello Atlantic: el magnífico Dusty in Memphis (Atlantic, 1969). Aquí me quiero detener. Qué mejor que a propósito de una “pérdida musical” comenzar a viajar hacia atrás y descubrir, por ejemplo, los años dorados del soul. 

Fue tanto el apego al sonido vintage por parte de Winehouse que la banda que la acompañó en sus giras fue nada más y nada menos que los Dap Kings, sección rítmica del sello Daptone Records, sello con base en Brooklyn, etiqueta que rescata al máximo lo más pulcro del estilo nacido en los sesentas, el soul, hijo legítimo del R&B.

Dos buenos ejemplos en distintos tiempos: Dusty en los sesentas y Amy en los “dos-mil”. Dos inglesas haciendo música afroamericana. Las dos dejando un par de discos dentro de los mejores registros según muchas revistas especializadas. La primera fue llamada La reina blanca del soul, comparada en esos días con Aretha Franklin y la segunda… bueno, Dusty también hizo de las suyas en los campos del rock y las drogas (muy pronto se estrenará en la pantalla grande una película que trata el complicado camino al estrellato de la inmortal Dusty Springfiled).

Quedó un tercer disco sin editar, el famoso disco póstumo de Amy que ya muchos esperan, y sin duda un montón de grandes éxitos, compilados, discos en vivo, demos, entre otros, material que probablemente dejará muchos dividendos a los sellos discográficos y quizás más de una canción sonando en algún comercial de celulares o bebidas energéticas, pero ojo, el pop es peligroso y los reyes ya están muertos, y como cantó en 1974 Sir Mick Jagger: It´s only rock and roll, but i like it (es sólo rock and roll, pero me gusta).