El senador por la región de Valparaíso, Ricardo Lagos Weber, se reunió con la comunidad de la Escuela Ramón Barros Luco de Valparaíso, para analizar las problemáticas que han retrasado en más de una década la recuperación del inmueble.

Apoderados, docentes y estudiantes no sólo deben lidiar con compartir sus instalaciones con el Liceo N° 1 de Niñas por falta de un establecimiento propio y frustrados procesos de licitaciones donde las obras del nuevo establecimiento nunca se terminaron, sino además, desde hace dos meses vienen siendo víctimas de numerosos robos al interior de la escuela sin que se dé con el paradero de los delincuentes. A la fecha, ya van siete robos en un par de meses, el último y más grave se produjo el fin de semana recién pasado, cuando fueron sustraídos computadores, tablets y otros equipos avaluados en un total de 13 millones de pesos.

“El último fin de semana, aquí se robaron 13 millones de pesos, y así fuera la mitad de esos recursos, para un establecimiento como el Liceo 1 o el Barros Luco, es un tremendo pencazo (sic) para la educación pública. Se robaron los tablet de las alumnas, computadores, equipos de audio, mixer, etc., y ya no es la primera vez. En dos meses ya han tenido siete robos, y además hay temas de seguridad a la salida del establecimiento educacional. De esto es lo que tenemos que hacernos cargo y eso lo voy a apoyar. Pero lo principal, y quizás se requiere un estudio más acabado para saber qué ha pasado en 12 años, desde al año 2010 a la fecha, en donde el Barros Luco ha tenido que estar albergado, primero, en la Escuela República de Uruguay, luego en la Scuola Italiana y finalmente acá, o sea, siempre de allegados, ya estamos hablando de una escuela itinerante. Esto es inexplicable y ya pasa a ser responsabilidad de todos quienes tenemos algún grado de responsabilidad desde el punto de vista de la representatividad popular en Valparaíso”, señaló el parlamentario.

Respecto al déficit estructural de contar con un establecimiento propio, Lagos Weber reiteró la necesidad de dar certezas a la comunidad escolar y definir plazos cuanto antes para el inicio de la nueva y tercera licitación en más de diez años.

“Aquí son 12 años, y han pasado diferentes Presidentes o Presidentas de Chile, intendentes regionales, alcaldes y no se resuelve; quiero decir que ahí es donde estamos fallando como Estado. Entonces, más allá de estar buscando la responsabilidad o culpa, es pedirle a quienes tienen que tomar las decisiones que las tomen bien, si se requiere apoyo, que pidan el apoyo; si falta capacitación técnica, la conseguimos; si necesitan más recursos, los podemos conseguir en la comisión de Presupuesto del Congreso, a la cual yo pertenezco; lo que quiero decir es que ya llegó un punto. Entendiendo que cada uno tiene sus limitaciones, quiero pedirle a todos quienes tengan algún grado de implicancia en materia de licitación, que miremos hacia adelante, y veamos cómo lo vamos a sacar. Salvo, que alguien esté pensando en la idea que se tenga que cerrar el establecimiento educacional, porque comienza a haber la sospecha de que no se hacen los arreglos que se requieren con la finalidad de que los establecimientos vayan perdiendo alumnos y posteriormente se diga que hay que cerrarlos. No me parece que estemos en un proceso en el que alguien pueda pensar que se va a cerrar una escuela pública”, apeló.

El emblemático establecimiento educacional que desde 2010 se encuentra sin un recinto propio a raíz de los graves daños estructurales que sufrió durante el terremoto, ha pasado por dos procesos de licitación frustrados, y cuyas empresas contratadas para su ejecución, abandonaron las obras al poco tiempo dejando el proceso inconcluso. Hoy, la aspiración de padres y apoderados de la escuela básica es que se inicie cuanto antes una nueva licitación que les dé certeza y una fecha clara para saber en cuánto tiempo se podría contar con un recinto definitivo.

En este sentido, Catherine Dupouy, presidenta del centro de padres y apoderados de la Escuela Ramón Barros Luco de Valparaíso, agregó que “el segundo tema importantísimo es la continuación de la reconstrucción de nuestra emblemática Escuela Ramón Barros Luco, el edificio, ad portas de una tercera licitación que, lamentablemente, aún se ve entorpecida”, reconoció.

En tanto, la consejera regional de Valparaíso, Nataly Campusano, comentó que “como Consejo Regional, siempre ha sido bien transversal el apoyo a través de recursos a este proyecto. El gran tema ahora es la ejecución de la obra, que parece un cuento de nunca acabar. Vamos a activar todos los mecanismos necesarios, en este caso, fiscalizando cómo se ejecutan los recursos. Lo que sucede hoy en la Barros Luco, ocurre en muchas grandes obras que se ejecutan desde el gobierno. Acá estamos hablando de plata de todos los chilenos y chilenas, generando un perjuicio no sólo para la comunidad de la Escuela Barros Luco, sino también con toda la comunidad de Valparaíso. Mantendremos nuestra voluntad, a través de esta mesa de trabajo, de unir voluntades para llegar a una pronta solución”.